MARTÍN AVILÉS

Foto: Reuters

Para Novak Djokovic no existe misión imposible. Tres horas y 48 minutos de una batalla entre los dos mejores del mundo, se inclinó a favor del tenista serbio, que completó una remontada imposible para cualquier ser humano, mas no para un extraterrestre. ‘Nole’ tuvo que venir de atrás, se recuperó de un golpe de calor y bajo el cobijo de los aficionados, hizo de la utopía una realidad.

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— Novak Djokovic (@DjokerNole) August 13, 2023

El de Belgrado derrotó por parciales de 5-7, 7 (9)-6 y 7 (7)-6 a Carlos Alcaraz, quien no deja de impresionar por ese estilo tan peculiar que lo caracteriza. Cuando liquidó la obra, gritó con la mirada al cielo. No era par amenos, pues se había sacado de encima los fantasmas de la derrota que sufrió el mes pasado en Wimbledon. Se tiró al piso y posteriormente se rompió la playera para celebrar una victoria en un partido que quedará marcado con letras de oro en el libro de las grandes hazañas del deporte blanco.

Pero no fue fácil para ‘Nole’. Tras un inicio sólido, donde con su servicio mantuvo a raya a su rival, se empezó a quedar sin energía una vez que logró el primer quiebre. Con ventaja en el marcador (4-2), el favorito sufrió de un golpe de calor que con el pasar de los puntos fue abriendo la puerta para que el español le ganara el primer set y se pusiera break arriba en el segundo. De forma inexplicable, era Djokovic quien sufría físicamente ante un rival que había pasado casi seis horas más en pista para llegar a la instancia definitiva. Pero Alcaraz tenía de su lado sus apenas 20 años de edad, físicamente lució indomable, tanto, que se encaminaba a su quinto título de Masters 1000, el primero en Cincinnati.

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Novak apeló a su fortaleza mental para esperar por su oportunidad y una vez que llegó, en el octavo game del segundo episodio, el partido dio un giro de 180 grados. Los peloteos ya eran más largos, con episodios de highlights que servirán para recordar esta batalla como una de las mejores en la última época. Djokovic llevó el partido a su terreno, en dos tiebreaks terminó por darle vuelta al partido y consagrarse campeón por tercera ocasión en Cincinnati. Es el título 39 de su carrera en la serie de Masters 1000. Nadie como él ha ganado tantos.

El serbio de paso logró hacer lo que parecía imposible. Le ganó la primera gran final a Carlos Alcaraz, quien había salido victorioso en los dos Grand Slams que ha disputado, así como los cuatros juegos pro el título de Masters 1000.

“No sé qué decir. Es difícil de describir. Este ha sido uno de los partidos más difíciles que he jugado en mi vida. Fue increíble lo que jugamos. Ambos tuvimos altas y bajas. Fue un partido muy excitante”, comentó el ganador en pista, mientras el público lo coreaba en su regreso a Estados Unidos después de dos años de ausencia. La rivalidad entre los dos mejores del mundo queda 2-2, jugadores que seguro se cruzarán en más ocasiones durante el futuro.

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“La gente en los estadios saben que esta rivalidad está creciendo. Han sido unos grandes partidos, que hemos subido nuestro nivel en los momentos importantes”, abundó.

Carlos Alcaraz por fin estuvo del otro lado de la red, la del perdedor en un partido importante. Con lágrimas que más parecían ríos de tristeza, se presentó en la ceremonia de premiación, donde no pudo contener el llanto. “Es muy difícil hablar para mí después del partido. Quiero felicitar a Novak, es espectacular jugar contra él, aprendo mucho, esta vez estuve muy cerca, pero es muy difícil ganarle a un campeón como él”, puntualizó el número uno del mundo.