La reforma al artículo 123 de la Constitución Política para facultar al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) para construir viviendas, establecen que los trabajadores, después de cotizar un año ante el fondo, podrán acceder al arrendamiento social de vivienda propiedad del Infonavit y que después pueda comprarla, explicó la diputada Dolores Padierna Luna.

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La vicepresidenta de la mesa directiva de la Cámara de Diputados explicó que esta reforma constitucional, que será aprobada esta semana, otorgará el derecho de adquisición a las personas trabajadoras que hayan arrendado una vivienda por 10 años, dando preferencia de acceso a la vivienda social a las personas que hayan aportado continuamente al fondo y no sean propietarias de una vivienda.

Agregó que esto permitirá crear opciones accesibles para que las personas trabajadoras materialicen el derecho a una vivienda con características adecuadas y promotoras de su bienestar.

Así mismo, posibilitará una adecuada gestión de viviendas abandonadas, las cuales al ser recuperadas podrán otorgarse en arrendamiento y se visibilizará la participación de las mujeres promoviendo un lenguaje inclusivo.

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La legisladora morenista precisó que hasta la década de los años ochenta la política en materia de vivienda se enfocaba en la construcción de unidades habitacionales, también llamados multifamiliares, pero en la década de los años noventa la política nacional de vivienda se transformó́ y el Instituto dejó de construir vivienda para optar por un modelo de financiamiento mediante créditos para la adquisición de vivienda, por lo que cedió́ la construcción de vivienda social al sector privado.

En 2023 otra reforma a esta ley permitió́ que las personas trabajadoras independientes, trabajadoras del hogar y migrantes pudieran acceder a créditos de vivienda.

Detalló que de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Vivienda (ENVI), el 58 por ciento de las viviendas presentan una necesidad de construcción, ampliación o mejoramiento y el 24.6 por ciento de la vivienda particular habitada tiene 31 años o más de antigüedad.

Además, recalcó, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía señala que existe un déficit de 8.2 millones de viviendas, lo que representa 23.3 por ciento del inventario total de viviendas particulares habitadas.

A lo que se suma que 16.4 por ciento de las viviendas en México son arrendadas, concentrándose principalmente en hogares de ingresos medios y por población joven. De acuerdo con la ENVI, 51 por ciento de las personas que rentan una vivienda lo hacen porque no cuentan con los recursos suficientes para adquirir una.