Ni la casa de 12 millones de Noroña ni la pelea con Alito en la Comisión Permanente logran borrar el eco que persigue a Adán Augusto López. Ayer, en pleno paseo banquetero tras la plenaria de Morena en la Vieja Casona de Xicoténcatl, el coordinador escuchó desde la banqueta el grito que lo marcó: “¡Saludos a La Barredora!”. Y no fue el único. Un motociclista lo reconoció y le lanzó otro recordatorio menos diplomático: “¡Ratero!”. El tabasqueño sigue arrastrando el escándalo de su exsecretario Hernán Bermúdez, acusado de vínculos con el narco. Por más que camine, la sombra lo alcanza.
Ni tan aliados
Gerardo Fernández Noroña salió a exigir el desafuero de Alejandro Moreno tras su pelea en la Comisión Permanente. Pero desde su propia trinchera le apagaron la mecha. Ignacio Mier, vicecoordinador de Morena en el Senado, lo bajó de la nube: el incidente no alcanza para un juicio político. Ni con collarín, ni con vendajes de emergencia. Una cosa es el show mediático y otra la realidad jurídica. A Noroña le dejaron claro que no habrá desafuero exprés contra Alito. Un balde de agua fría que exhibe que ni entre aliados se tapan todo.
Se hace la víctima, otra vez
Y el propio Noroña no sale de un escándalo para meterse en otro. Tras la bronca con Alito en la Casona de Xicoténcatl, ahora el presidente del Senado se asume como víctima. En entrevista con Gabriela Warkentin para W Radio, comparó los golpes recibidos con una violación. Así, tal cual: “Es como cuando dicen que a una mujer la violan por cómo iba vestida”. Para Noroña, preguntarle si su retórica incendiaria abonó al pleito es lo mismo que responsabilizar a una víctima de violencia sexual. Otra vez, el legislador convierte la polémica en espectáculo.
Divorcio preventivo
La diputada morenista Gabriela Jiménez sorprendió con un comunicado público anunciando el fin de su matrimonio con Edgar Garza Ancira. Nada de detalles íntimos, pero sí un énfasis: no quiere que la vinculen más con él en lo personal ni en lo político. Dicen que no es sólo una aclaración conyugal, sino un blindaje preventivo: Garza busca registrar como partido su organización Que Siga la Democracia, aquella que operó la consulta de revocación de mandato con firmas de difuntos incluidas. En San Lázaro leen el anuncio como un “yo no fui” para evitar que el nuevo partido lleve su nombre pegado.
Persistencia
Después de librar varias batallas con Jesús Zambrano y sus aliados, Nora Arias consiguió finalmente realizar su reunión plenaria, para hacer frente al Congreso de la CDMX, como PRD local. Desde el inicio, el encuentro estuvo marcado por recordatorios: “No está sola”, dijo Xóchitl Bravo, evocando aquel momento en que Zambrano la expulsó del PRD. En el salón de un céntrico hotel se dieron cita dirigentes del sol azteca de Guerrero, Michoacán y Morelos para expresarle respaldo. También acudieron sus aliados de Donceles y Allende, Xóchitl Bravo y Ernesto Villarreal, coordinador del PT, quienes reafirmaron su apoyo.




