El bolillo p’al susto, con base científica, dicen especialistas

PATRICIA RAMÍREZ Foto: Cuartoscuro La vieja conseja de las abuelas y protagonista de innumerable cantidad de memes y chistes podría tener un sólido fundamento científico, por lo que comerse un bolillo “para el susto” podría ser efectivo, aseguran especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Nayeli Xochiquetzal Ortiz Olvera, profesora de la Facultad

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PATRICIA RAMÍREZ

Foto: Cuartoscuro

La vieja conseja de las abuelas y protagonista de innumerable cantidad de memes y chistes podría tener un sólido fundamento científico, por lo que comerse un bolillo “para el susto” podría ser efectivo, aseguran especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Nayeli Xochiquetzal Ortiz Olvera, profesora de la Facultad de Medicina explicó que el estrés agudo provoca un aumento en la producción de ácido estomacal, lo que lleva a la angustia estomacal, un dolor en el vientre comúnmente percibido como vacío, lo que puede desembocar en náuseas y otros malestares.

Ante esta situación, consumir un pan puede ayudar a reducir la acidez y con ello las molestias.

Agregó que el susto es la reacción del cuerpo ante un sobresalto súbito, como al escuchar un ruido amenazante o sufrir una agresión, a nivel cerebral, se estimula la hipófisis y, acto seguido, la glándula suprarrenal libera dos hormonas: noradrenalina y adrenalina, responsables de que el corazón y la respiración se agiten.

Este proceso ocurre rápidamente para que el individuo adopte una reacción de lucha o huida, la cual nos pone en modo supervivencia y nos permite realizar acciones adecuadas y asertiva para protegernos ante el peligro, como correr, resguardarnos o saltar.

Sin embargo, una vez pasado el evento estresante el cuerpo reciente sus efectos y de ahí que el pan, por su cantidad de carbohidratos, este alimento inhibe la secreción de ácidos y nos ayuda a reponernos de un susto.

Además, por ser masudo y tener la corteza dura, nos obliga a masticar, lo cual nos distrae y aminora nuestros miedos”, acotó la académica.

Asimismo, la especialista hizo destacar que es importante desmentir el mito de que un susto puede volvernos diabéticos. “Es mentira.

Si alguien descubre que la padece tras haber vivido momentos de estrés, es porque desde antes ya tenía un antecedente.

Por ello, tras un sobresalto, los diabéticos pueden comer un pedazo de bolillo sin problema alguno, pues eso les ayuda a estabilizar el azúcar y a no marearse”, precisó la científica.

Sin embargo, recomendó la universitaria recomienda que, tras un sobresalto, solo se ingieran tres bocados de pan (sin excederse, pues cada pieza tiene 180 kilocalorías, equivalentes al 10 por ciento de las calorías requeridas por un individuo sano.

El profesor Eduardo Calixto González, de la Facultad de Psicología de la UNAM, explica que, aunque se dice que el bolillo ayuda en casos de espanto por “absorber la bilis”, cualquier alimento que llega al estómago cambia el pH y modifica la acidez gástrica.

El pan funciona, pero también la fruta, la fibra o algunos lácteos como yogur. El asunto es que también la flora bacteriana influye.

En conclusión, dime qué gastritis tienes y te diré cuánto fumas, cuántos problemas enfrentas, cuánto picante comes, cuántos refrescos tomas. No es el estrés, sino la suma de todos los factores”, dijo.

En este sentido, subrayó que también hay una creencia sobre no comer aguacate cuando nos enojamos, pero cualquier alimento grasoso facilita la contracción de la vesícula biliar y un susto puede incrementar la salida de bilis y esta se absorbe a través de la circulación hepática.

Agregó que lo más importante es el apoyo emocional en momentos de estrés, en tanto que “abrazar a las personas genera certidumbre; tener la sensación de que vamos a estar bien y en compañía es mucho más fuerte y fisiológicamente estable que un pan, porque hace que el cerebro libere más oxitocina, la hormona del amor y el apego.

Por lo tanto, un beso o un abrazo nos ayuda a atravesar las situaciones más difíciles. Eso no cambia la realidad, pero hace que nos recuperemos más rápido”.