El mapa ferroviario de México se reconfigura desde el sur. La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo confirmó que el Tren Interoceánico del Istmo de Tehuantepec y el Tren Maya de carga están por ser conectados, marcando el paso hacia la integración total del sistema ferroviario nacional y la creación de un corredor económico que unirá al Golfo con el Pacífico y Centroamérica.
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“Estamos dando continuidad a un proyecto estratégico iniciado por el presidente López Obrador, con una perspectiva de desarrollo social, económico y sustentable”, afirmó la mandataria.
Un corredor con polos de bienestar e inversión
Sheinbaum destacó que el Corredor Interoceánico contará con 14 Polos de Bienestar, de los cuales seis ya están en desarrollo. Estos polos —parques industriales y centros de transformación— estarán distribuidos a lo largo de la ruta ferroviaria, con el propósito de atraer inversión y generar empleos locales.
“El crecimiento no debe quedarse en los puertos ni en las grandes obras, sino llegar a las familias del Istmo”, enfatizó.
Avances y conexión estratégica
El almirante Octavio Sánchez Guillén, director del proyecto, informó que las obras avanzan en Veracruz, Oaxaca, Chiapas y Tabasco, bajo la coordinación de la Secretaría de Marina (Semar).
El plan busca integrar los puertos de Coatzacoalcos, Salina Cruz, Dos Bocas y Puerto Chiapas con la red ferroviaria nacional. Incluye la construcción de nuevas vías, el Tren Suburbano “El Tehuanito” (189 km) y la vía Roberto Ayala–Dos Bocas, que enlazará la refinería Olmeca con el resto del sistema.
Se prevé concluir las obras en marzo de 2027, con más de 5 mil empleos generados. Actualmente, las líneas en operación han transportado más de 134 mil pasajeros y casi 900 mil toneladas de carga, mientras que la línea K, que conectará con Centroamérica, presenta un avance de 87%.
De un viejo sueño al proyecto más ambicioso del Istmo
Desde el siglo XIX, el Istmo de Tehuantepec ha sido una promesa recurrente de conexión entre océanos. Ahora, con el control logístico en manos de la Marina y la coordinación entre los gobiernos federal y estatales, el corredor entra en su fase más ambiciosa, concebido no solo como infraestructura, sino como plataforma de bienestar y desarrollo regional.

Foto: Cuartoscuro



