Tras reconocer que en México, 13.7 millones de personas dejaron la condición de pobreza entre 2016 y 2024, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) aseveró que la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) estima que la mitad de esta reducción entre 2018 y 2024 puede atribuirse directamente a los aumentos al salario mínimo.

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Lo que demuestra que es posible avanzar cuando se generan condiciones adecuadas; pero advirtió que, si bien, el sector empresarial seguirá impulsando la recuperación del salario mínimo general conforme a la meta del Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030, confía en que el gobierno federal contribuya a este propósito fomentando el crecimiento económico, la inversión y la productividad.

Asimismo, urgió a actualizar las tablas de retenciones de ISR (impuesto sobre la renta) para que los aumentos al salario mínimo beneficien en mayor medida a los hogares.

En contraste, es imperativo que en el próximo Presupuesto de Egresos se prioricen la educación y la salud, “pilares fundamentales para asegurar movilidad social y bienestar”, pues aseveró que se debe garantizar no solo el acceso, sino también la calidad de los servicios que reciben los hogares mexicanos, de manera que ningún ciudadano quede rezagado por falta de oportunidades en estas áreas esenciales.

Lo anterior, porque el gasto privado en salud creció 40% en 2024 con respecto a 2016, afectando más a los hogares de menores ingresos, lo que evidencia la urgencia de corregir el rumbo de las políticas gubernamentales.

Por ello, el sindicato patronal llama a construir una economía inclusiva con crecimiento equitativo y sostenido, por lo que se requieren cinco líneas de acción:

• Generar empleos de calidad con remuneraciones suficientes.
• Incorporar a más mujeres y jóvenes al mercado laboral formal.
• Impulsar cooperativas y negocios de economía social que fortalezcan el tejido productivo local.
• Garantizar educación y servicios de salud con calidad y equidad.
• Mejorar la distribución de programas de transferencias, asegurando que lleguen a quienes más lo necesitan; propiciar certeza jurídica y seguridad para promover la inversión y generación de empleo.

La Coparmex recordó que ha sido impulsor decidido del aumento gradual y responsable del salario mínimo, al observar que en 2016 éste apenas alcanzaba los 73.04 pesos diarios y cubría solo el 74% de la línea de pobreza individual.

De ahí que propuso la Nueva Cultura Salarial con una primera meta: “que ningún trabajador formal permaneciera en pobreza por su salario”. Esta meta se alcanzó para la fijación de 2019, cuando la Conasami, de forma tripartita, aprobó un incremento histórico de 16.21%.

“Desde entonces, el salario mínimo ha seguido una trayectoria ascendente sostenida, acumulando un aumento real del 150%. Los resultados son contundentes: entre 2016 y 2024, la pobreza en México pasó de 43.2% a 29.6% de la población, mientras que la proporción de personas con ingresos inferiores a la línea de pobreza se redujo de 50.8% a 35.4%”.

Señaló que la Conasami estima que la mitad de esta reducción entre 2018 y 2024 puede atribuirse directamente a los aumentos al salario mínimo, impacto que se refleja en los hogares: entre 2016 y 2024, el ingreso total creció 11% en términos reales, impulsado por el ingreso laboral, que hoy representa el 66% del ingreso familiar.

“Este avance confirma que el trabajo formal y bien remunerado es la vía más sólida para reducir la pobreza”, por lo que refrendó la meta de la Nueva Cultura Salarial de que ningún hogar con ingresos formales permanezca en pobreza. Actualmente, el salario mínimo general cubre el 90% de la línea de bienestar familiar, equivalente al doble de la línea de pobreza individual.