El Metro, la Libertad y 1 millón de pesos

23, enero 2023

Gaby Salido

Tras calificar “atípicos” los incidentes en el Metro, el Gobierno encargó a ingenieros militares junto con la Guardia Nacional, supervisar la operación del Sistema, mientras la Fiscalía investiga estos “hechos premeditados”. Ahora, en estado de alerta y preocupación, la ciudadanía espera que esta vez, sí haya responsables.

En defensa de su gestión, diversos funcionarios -incluida la Jefa de Gobierno– argumentan buena administración al frente de la CDMX y la inversión de recursos suficientes, descartando un descuido del Sistema.

Ante las declaraciones oficiales, que intentan alejar a funcionarios de la 4T de su responsabilidad en el caso, se vive un ambiente de desconfianza y sospecha por el posible riesgo en las instalaciones del Metro.

Mientras en el Palacio del Ayuntamiento se fragua una estrategia para sostener las declaraciones de Claudia Sheinbaum, la consecuencia inmediata es buscar responsables lejos de las filas de Morena.

Son pocas las opciones en esa estrategia: por un lado los trabajadores del Sistema de Transporte, o por otra parte, las y los ciudadanos que cotidianamente usan el Metro.

En algo coincidimos todos: identificar y responsabilizar a quien provocó que este medio de transporte se encuentre hoy en esas condiciones, pues se pone en riesgo la integridad y la vida de trabajadores y usuarios por igual.

Pero eso no justifica ninguna acción de represión o desprestigio a empleados y usuarios, solo porque un funcionario sospeche y desconfíe de sus propios gobernados, con el fin de sustentar su teoría de “hechos premeditados”.

La estrategia en la Línea 12, fue apostar al tiempo y al olvido colectivo, pues a pesar de estar próximo el 2º aniversario del accidente, aún no hay responsables. Ahora, la estrategia en la Línea 3, incluye culpar a cualquier persona que se ponga enfrente, para así evadir la culpa o exonerar a un funcionario.

Una víctima de este trastorno de la 4T en la capital, es la madre de familia y ama de casa que se encontraba en una estación del Metro. Ahora enfrenta un proceso por delito federal y complicaciones de salud, ya que después de comprar una pieza para su lavadora descompuesta, se le acusa de aventar ese objeto a las vías del Metro.

De acuerdo con la Ley penal, quitar o modificar elementos necesarios para el funcionamiento del Metro, o poner un objeto que impida su circulación normal, se considera “ataque a las vías de comunicación”.

Este delito federal se sanciona hasta con 5 años de prisión y multa de hasta 1 millón 37 mil 400 pesos; el precio más caro por un viaje en el Sistema de Transporte Colectivo Metro, que cualquier usuario podría pagar. Además se intenta adjudicar la responsabilidad moral ante la sociedad, por sabotear el funcionamiento del metro e incluso relacionar los hechos con la “supuesta premeditación” del accidente del 7 de enero, según la Jefa de Gobierno.

Ahora, la madre de 4 hijos que procuraba el bienestar de su familia, puede perder su libertad a pesar de asegurar que, accidentalmente se resbaló el objeto de sus manos; por lo que pide se demuestre con los videos de vigilancia del Metro.

Es decir, el Gobierno de Claudia Sheinbaum se aprovecha dolosamente del accidente o error de un ciudadano, con la intención de hacer parecer que los hechos ocurridos en el Metro, son fabricados y ejecutados en su contra; sin importar que el costo para esta persona sea su libertad y una deuda millonaria, mientras los verdaderos responsables del crimen, se pasean libremente.