Una semana después de su arresto por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), el paradero de Julio César ’N’ es un misterio. El excampeón mundial de boxeo fue detenido el 2 de julio de 2025 en California y, desde entonces, permanece bajo custodia del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), mientras afronta un proceso de deportación acelerada debido a presuntas irregularidades migratorias y declaraciones fraudulentas.

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Por si fuera poco, también pesa sobre él una orden de aprehensión en México por supuestos vínculos con el Cártel de Sinaloa, así como por delitos relacionados con armas y drogas. Pero a pesar de la relevancia pública del caso, el nombre del púgil no figura en el localizador de detenidos del ICE, una situación que, según expertos, no es inusual durante las primeras etapas del proceso de detención.

El abogado Michael Goldstein, quien lo representa en un caso no relacionado con su arresto por ICE, confirmó que su cliente está en custodia del DHS. No obstante, reconoció desconocer si aún se encuentra en territorio estadounidense y lamentó la falta de información sobre su situación.

El Departamento de Seguridad Nacional, por su parte, no ha ofrecido actualizaciones al respecto. La subsecretaria del DHS, Tricia McLaughlin, declaró a la prensa estadounidense que no había nueva información disponible sobre si Julito será deportado o formalmente extraditado a México, donde enfrenta cargos por tráfico de drogas y armas, además de supuestos vínculos con el crimen organizado.

La detención del púgil se dio pocos días después de su pelea contra Jake Paul en Anaheim, California, en la que fue derrotado por decisión unánime. En el evento estuvo presente su padre, Julio César Chávez, miembro del Salón de la Fama del boxeo.

La situación legal de Julio César ’N’ se complicó aún más cuando no se presentó a una audiencia en la División Noroeste del Tribunal Superior de Los Ángeles, relacionada con un arresto por cargos de armas ocurrido a principios de 2024. En dicha audiencia, se esperaba que solicitara su liberación anticipada de un programa de rehabilitación que le fue otorgado como alternativa al juicio penal.

El abogado argumentó que no esperaba la presencia de su cliente en la audiencia, ya que había sido detenido por el DHS. Afirmó que, dos días antes, fue informado de que su cliente se encontraba bajo custodia en Hidalgo, Texas. Sin embargo, no ha podido confirmar si sigue en Estados Unidos. “Desafortunadamente, no tenemos información”, ha dicho.

Mientras tanto, la Fiscalía General de la República (FGR) de México ha declarado estar lista para judicializar el caso si el deportado llega a territorio nacional. Aunque las autoridades mexicanas lo vinculan con el crimen organizado, su padre ha salido en su defensa. En una reciente entrevista para el programa El Minuto Qué Cambió Mi Destino de Imagen TV, ‘La Leyenda del Boxeo’ admitió tener amistad con capos del narcotráfico.

“Sí, así es, y nunca lo he negado. Yo soy amigo de todo mundo… ahí están todos los narcotraficantes”, declaró. El legendario boxeador también expresó lo difícil que resulta rechazar a estas personas cuando lo buscan directamente. Explicó que, en algunos casos, simplemente es más seguro aceptar una invitación que arriesgarse a un conflicto.

“Entonces si llegan a tu casa tres camionetas y te dicen ‘Oye Julio, el patrón quiere conocerte, ¿vas o te llevamos?’, no pues mejor voy”, reconoció.

Asimismo, admitió que la indisciplina de sus hijos, en especial de ‘El Junior’ ha sido una fuente de dolor. Lamentó que el joven pugilista nunca tuvo la necesidad de boxear, pero que el dinero fácil y la fama heredada lo llevaron a perder el rumbo.

“Desde que entró al boxeo, empezó a ganar mucho dinero por ser hijo de JC Chávez. Era difícil que no perdiera el piso. Su indisciplina lo que lo llevó a ese bajón”, confesó.

La próxima audiencia de Chávez Jr. en Estados Unidos ha sido pospuesta hasta agosto. Hasta entonces, seguirá bajo custodia mientras las autoridades migratorias deciden si será deportado o extraditado a México, donde lo espera un complejo proceso judicial. Su futuro, tanto legal como personal, sigue envuelto en incertidumbre.