AIDA RAMÍREZ

Foto: Cuartoscuro

El Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC), que estableció el gobierno federal el año pasado para reducir los precios de 24 productos básicos y contrarrestar la alta inflación, “nunca funcionó, ya está muerto y ya ni las propias autoridades se acuerdan de él”, afirmó el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).

Al respecto, Federico Rubli Kaiser, vicepresidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del Federico Rubli Kaiser, aseveró: “perdón, pero ya nadie se acuerda del PACIC; el PACIC está muerto, ya nadie hace declaraciones ni por la parte oficial ni por sector privado, la verdad es que nunca funcionó, no era una medida adecuada para poder controlar la inflación, y la verdad es que los últimos dos, tres meses es que ya no hemos oído ni una referencia, entonces realmente nos podemos olvidar de él”.

En conferencia de prensa, agregó que la medida del gobierno en realidad no ayuda a controlar el alza de precios, sino todo lo contrario, ya que todavía se mantiene alta la inflación en el país, esto es, de 5.84 por ciento.

“Fue una medida inadecuada que se quiso lanzar pensando que iba poder ayudar a controlar la inflación, paso todo lo contrario porque si ustedes recuerdan, unos cuantos meses las mediciones de la canasta del PACIC crecía más que la inflación general”, señaló.

Asimismo, en la conferencia mensual, el presidente nacional de IMEF, José Domingo Figueroa Palacios indicó que el panorama de corto plazo para el crecimiento de México ha mejorado y la economía podría crecer alrededor de 2.0% en 2023, desde el 1.8 por ciento previsto hace un mes, gracias a que el dinamismo económico esperado para este año procede del consumo y de una modesta recuperación de la inversión privada.

De este último punto, dijo que la inversión privada apenas está alcanzando los niveles anteriores a la pandemia, pero sigue por debajo del promedio de los años 2012-2018, mientras las exportaciones crecen a un ritmo más lento, debido a la persistente apreciación del tipo de cambio.

En tanto que para 2024, dijo que el IMEF anticipa una desaceleración del Producto Interno Bruto (PIB) de México para un avance anual de 1.8 por ciento, debido a la expectativa de una recesión poco profunda y de corta en duración en Estados Unidos que podría manifestarse en la primera mitad del próximo año.

Acerca de las finanzas públicas, consideró que se requiere, no más recursos, sino una mejor forma de reasignar el gasto, principalmente en salud y educación, además de un estado de derecho que genere certidumbre para las inversiones.

En cuanto al comportamiento del tipo de cambio, Figueroa Palacios dijo que en el IMEF se reiteran los principales factores que han propiciado esta tendencia, que son la depreciación del dólar frente a otras monedas en el mundo; el exceso de liquidez mundial; el significativo diferencial de tasas de interés entre México y Estados Unidos, favorecido por los movimientos del Banco de México, así como los flujos de remesas, inversión extranjera y exportaciones.

“Si bien la apreciación cambiaria favorece las importaciones de insumos para la industria, hace conveniente adelantar pagos de deuda en dólares y alienta al turismo agresivo de mexicanos, debe alertarse sobre los factores perniciosos de la apreciación”, señaló.

En ese sentido observó cómo afecta en forma importante la actividad exportadora; desalienta el turismo extranjero, “porque le sale más caro viajar a México”; afecta a las remesas ya que su equivalente en pesos se ve disminuido; y puede generar expectativas negativas acerca de la sostenibilidad de un tipo de cambio tan apreciado; “en colapso de expectativas podría propiciar una fuga de capitales”.