Martín Avilés / Ovaciones
Foto: EFE
Cuando parecía que ni el peor huracán podía tambalear a una estoica escudería de Red Bull, que ha echado raíces en la más alta colina de la Fórmula 1, el padre de Max Vertappen está empeñado en talar el frondoso árbol de una dinastía que como fruto ya ha dado un tricampeonato. El también expiloto neerlandés quiere aprovechar el escándalo del supuesto acoso de Christian Horner para echarlo del equipo a toda costa.
Jos Verstappen quiere el control absoluto del equipo de las bebidas energéticas, y para ello, pretende derrocar al director. Su guerra sucia habría comenzado al ser —teóricamente— quien acusó públicamente a Horner de haber acosado a una mujer dentro de la escudería con sede en Milton Keynes. Y no conforme, recién ha dicho que Red Bull “explotará” si el británico permanece al frente.
Mientras ‘Mad Max’ obtuvo una aplastante victoria en el Gran Premio de Bahrein para abrir la temporada 2024 de la máxima categoría del deporte motor, su progenitor hizo comentarios incendiarios para hacer de un fin de semana de gloria, en el más tóxico en la historia de la época reciente de la Fórmula 1.
“Aquí hay tensión mientras permanece (Horner) en su posición”, dijo Verstappen padre al Daily Mail. “El equipo corre peligro de desintegrarse. No puede seguir como está. Explotará. Está jugando a ser la víctima, cuando es él quien causa los problemas”.
Todo estalló después de que el directivo de 50 años y esposo de la excantante de la agrupación pop Spice Girls, Geri Horner, enviara supuestos mensajes de texto sexualmente sugerentes que habría mandado a una empleada, información ventilada tras una filtración de un correo electrónico el jueves pasado.
Eso ocurrió 24 horas después de que una investigación realizada por la empresa matriz de Red Bull en Stuttgart exculpara a Horner de “comportamiento coercitivo” hacia su colega. El Daily Mail reveló que el excompañero de equipo de Michael Schumacher, protagonizó una pelea en la oficina del paddock de Horner después de la clasificación en Sakhir el viernes por la noche.
El originario de Países Bajos de 51 años de edad, salió de la ardiente reunión antes de regresar a la sala y estrechar la mano de mala gana. Según sus allegados, Horner cree que Verstappen padre ha orquestado una campaña para derrocarlo durante las últimas semanas, lo que implica que el neerlandés incluso tuvo algo que ver con la filtración del mencionado correo electrónico.
Verstappen negó las afirmaciones y dijo rotundamente que “eso no tendría sentido, ¿por qué haría eso cuando a Max le está yendo tan bien aquí?”.
Después de la victoria en la primera fecha de la temporada, Horner dijo: “No voy a comentar sobre los motivos que cualquiera pueda tener para hacer esto”. Cuando se le preguntó si estaría en Jeddah, Arabia Saudita, para la carrera del próximo fin de semana y toda la temporada, dio un mensaje contundente.
“Absolutamente. Siempre he tenido confianza en que estaré aquí”, zanjó.
En imágenes expuestas en redes sociales, se pudo ver a Jos en reunión con Toto Wolff, director de Mercedes y quien tendrá un asiento vacante en 2025 ante la inminente salida de Lewis Hamilton a Ferrari. Según versiones, el padre de Max habría sondeado posibilidad de que el equipo de las flechas plateadas mueva sus fichas por su hijo, a lo que Wolff respondió: “Todo es posible”.
Es sabido que Horner es fanático de Fernando Alonso, por lo que esta guerra en Red Bull, en caso de no llegar a buen puerto, podría desencadenar en la salida de Verstappen y el arribo de Nando al equipo campeón de la F1. Por lo pronto, esta novela promete tener muchos capítulos más en este 2024 que promete ser un fuego cruzado entre las dos partes.