Los mexicanos estamos por entrar a los dos últimos meses de 2025, y la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) ya estima que “será una cuesta de enero en 2026, más dura que nunca”.
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Ello, porque con esta semana -del 27 de octubre al 2 de noviembre-, inicia la temporada más intensa del año, con las festividades de día de Muertos, El Buen Fin; en diciembre con las posadas, navidad, fin de año; en enero con día de Reyes y hasta febrero con el día de la candelaria.
“Este periodo es el más caliente del año en términos de consumo. De una forma u otra, todos los niveles económicos participan, lo que deja a las familias extenuadas, endeudadas y con pasivos al inicio del nuevo año, donde enfrentaremos una helada cuesta de enero, ahora adornada con aumentos de impuestos y nuevos cobros“, señala el organismo que encabeza Cuauhtémoc Rivera.
El pronóstico de ANPEC apunta a un cierre de año intenso, con un arranque de 2026 “marcado por casas de empeño llenas y una fuerte caída del consumo”.
De ahí que recomienda, como lo ha hecho a lo largo del año, planificar los gastos, evitar el endeudamiento y priorizar lo esencial sobre lo suntuario; “son tiempos de vacas flacas, y la mejor forma de enfrentarlos es con responsabilidad financiera y consumo consciente“.
En su reciente análisis sobre la temporada de consumo de cierre de año, con especial atención al Día de Muertos y Halloween, asegura que estas festividades están siendo más caras en 19% que el año pasado.
De esta forma, elaborar un altar tradicional cuesta en promedio dos mil 135 pesos, un incremento de 18% respecto a 2024, cuando se estimaba en mil 809 pesos.
Mientras que una celebración de Halloween puede alcanzar los cinco mil 850 pesos, por lo que esta fiesta representa un aumento del 19.4% respecto al año pasado.
El pan de muerto registró un aumento de 21% anual, “consolidándose como un termómetro del poder adquisitivo y símbolo del encarecimiento que viven las familias mexicanas”.
Y es que, en panaderías locales, el pan tradicional cuesta entre 15 y 150 pesos, mientras que las versiones con relleno van de 25 a 190 pesos.
En franquicias, el precio del pan tradicional oscila entre 30 y 240 pesos, y el relleno entre 45 y 340 pesos. En tanto que en supermercados lo ofrecen de 28 a 185 pesos y pan con relleno entre 36 y 230 pesos.
A ello, se le suman los gastos para un altar, como las fotografías y los alimentos como frutas, mole, tamales o pozole por unos 585 pesos; tequila (340 pesos); agua (15 pesos); calaveritas de azúcar (35 pesos); sal (34 pesos); adornos como papel picado, manteles y petates artesanales (500 pesos); veladoras (240 pesos) y flores de cempasúchil (360 pesos).
Muchas familias también dedican tiempo a visitar el panteón, una tradición que implica limpiar y decorar las tumbas, un gasto adicional por traslados de entre 250 y 350 pesos, y servicio de limpieza, 500 pesos. ¿Alguien da más?

Foto: Cuartoscuro 


