Encabeza López Obrador la “marcha por la democracia”

URBANO BARRERA / AIDA RAMÍREZ Foto: AIDA RAMÍREZ La marcha a la que el presidente Andrés Manuel López Obrador convocó para celebrar cuatro años de su gobierno inició cerca de las diez de la mañana. Pese a que la cita fue a las 9:00 horas, la cantidad de gente que, prácticamente, tomó Paseo de la

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URBANO BARRERA / AIDA RAMÍREZ

Foto: AIDA RAMÍREZ

La marcha a la que el presidente Andrés Manuel López Obrador convocó para celebrar cuatro años de su gobierno inició cerca de las diez de la mañana.

Pese a que la cita fue a las 9:00 horas, la cantidad de gente que, prácticamente, tomó Paseo de la Reforma dificultó la llegada del primer mandatario hasta la glorieta del Ángel de la Independencia, punto de inicio.

Desde el pasado viernes, militantes de los 32 estados de la República y de Estados Unidos comenzaron su ingreso a la capital del país.

Ayer por la tarde, por todos los accesos a la Ciudad de México entraron cientos de camiones y vehículos facilitados por gobiernos estatales y municipales y rentados por las dirigencias de

Movimiento Regeneración Nacional (Morena) de esas entidades.

Al menos desde un kilómetro a la redonda de la columna de la Independencia se abarrotó desde las 6:00 horas del domingo para esperar al creador y líder de Morena, quien apareció con una camisa blanca y una chamarra negra, flanqueado por el secretario de Gobernación, Adán Augusto López; el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y la jefa del gobierno capitalino,

Claudia Sheinbaum Pardo, sus principales corcholatas para sucederle en la Presidencia de la República.

Le acompañaba, siempre delante de él, abriendo paso, su hijo Andrés Manuel López Beltrán, conocido como Andy, así como el líder de los diputados de Morena, Ignacio Mier.

Al principio fue muy complicado conformar un frente de avance para la fotografía oficial , ya que, conforme llegaron, la marea humana los obligó a avanzar por separado y hasta con cinco diez y quince metros de distancia entre ellos.

Después de unos minutos, lograron acercarse y a paso lento saludaban a los simpatizantes, quienes querían tomarse una fotografía.

Antes de las 8:00 horas, uno de los primeros en llegar fue Gerardo Fernández Noroña, diputado del Partido del Trabajo. En seguida, Alejandro Encinas Rodríguez, subsecretario de Gobernación.

Por la calle Florencia arribó Adán Augusto López; por Paseo de la Reforma y Mississipi, Marcelo Ebrard, y Claudia Sheinbaum por Paseo de la Reforma, de Chapultepec hacia el Zócalo capitalino.

Llamó la atención el arribo del gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta, pues entre la multitud su equipo de seguridad abrió paso ya que iba en silla de ruedas.

Entre la marea también estuvo a temprana hora, el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela; Zoé Robledo Aburto, director del IMSS; Hugo López Gatell, subsecretario de Salud, pues traía en una carriola a un menor y debió refugiarse en un café.

En el contingente apareció la secretaria de Educación, Leticia Ramírez Amaya, y todo el gabinete disperso entre los marchistas.

A las 10:20 horas no había llegado siquiera al cruce de Insurgentes y Reforma, en donde también lo esperaban otros funcionarios menores de su equipo y representaciones sindicales como la del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), que tomó los jardines recién adornados para la Navidad y destrozó las Nochebuenas y todo lo que estaba sembrado.

Los simpatizantes de López Obrador hicieron una valla hasta el Zócalo capitalino, con banderas de México y carteles con consignas.

Al unísono gritaban:

-¡Soy acarreado y qué!
-¡Vengo con mi propio dinero!
-¡No estás sólo!
-¡Es un honor estar con Obrador!
-¡Honesto, valiente, así es mi presidente!
-¡Muérete Lorenzo!
-¡Aquí no hay fifís, sino gente consciente!

Como en los estadios del futbol o en las arenas de lucha libre, se escuchaba a mujeres y hombres decir:
-Un saludo para Calderón y otro saludo para Peña, uno más para Fox, Zedillo y Salinas y, después, mentadas de madre.

Y la batucada, la música, los bailes, como si fuese una fiesta.

Cabe destacar que la movilización había personas de todas las edades, mayoritariamente jóvenes y adultos mayores.

No hubo necesidad de que el presidente se detuviera a descansar, ya que el paso de la marcha fue muy lento y apenas podía desplazarse.

Al llegar a Reforma y Avenida Juárez, el presidente vio su imagen en una pantalla gigante que se colocó en la fuente ornamental cercana a los dos edificios de la Lotería Nacional.

Conforme llegaron los funcionarios todos fueron entrevistados, excepto el secretario de Gobernación, que no quiso hacer declaraciones y sólo dijo que se trataba de una “movilización histórica”.