Entre escándalos por procesos judiciales, Biden y Trump arrancan carrera rumbo a la presidencia

20, febrero 2024

En la Política

Héctor Muñoz / Ovaciones

A poco menos de ocho meses para que se lleven a cabo las elecciones presidenciales del 5 de noviembre en Estados Unidos, los favoritos en las encuestas (Joe Biden y Donald Trump) están envueltos en escándalos y hasta cargos legales que podrían poner en riesgo su candidatura.

Para empezar, el expresidente Trump está acusado de 34 cargos por delitos graves en relación con un pago realizado a una actriz de películas para adultos antes de las elecciones de 2016.

Al respecto, la semana pasada un juez dictaminó que el expresidente y favorito del Partido Republicano, Donald Trump, enfrentará su primer juicio penal y la selección del jurado comenzará el próximo 25 de marzo en Nueva York.

Así Trump tendrá que hacer malabares con las elecciones primarias republicanas mientras atiende tres posibles juicios, pues recordemos que el próximo 5 de marzo se realizará el Supermartes y su primer juicio será el 25 del mismo mes.

Las primarias republicanas comenzaron con los caucus de Iowa, celebrados el día 15 de enero. A Iowa le siguió Nuevo Hampshire, que celebró sus primarias republicanas y demócratas el 23 de enero.

Carolina del Sur, por su parte, es la primera elección exclusivamente demócrata, con las votaciones que se realizaron apenas el día 3 de febrero.

Aunque las primarias se extiendan hasta junio, se espera que a principios de marzo se sepa el nombre de los dos candidatos a presidente. La gran cita electoral, como ya mencionamos, es el llamado Supermartes, programado el 5 de marzo.

Durante esa fecha, dieciséis estados, entre los que se encuentran Texas y California, emitirán sus votos en una jornada que concentrará una gran parte de los delegados que tendrán un papel muy importante en la elección.

Del 15 al 18 de julio se llevará a cabo la Convención Nacional republicana y en el condado de Fulton han programado el 5 de agosto para enjuiciar a Trump.

Por su parte, Joe Biden no está limpio, y aunque el fiscal especial Robert Hur no recomendará cargos penales contra él, por mal manejo de documentos clasificados, sí lo describió como “un anciano comprensivo, bien intencionado y con mala memoria”.

Estas afirmaciones se suman a los puntos negativos que arrastra el presidente de 81 años en las preferencias, por su avanzada edad y le han dado “armas” a los republicanos de pedir su destitución.

Sus opositores piden que se le aplique la Enmienda 25 que es un procedimiento para sustituir al presidente en caso de muerte, dimisión, destitución o incapacidad, la cual fue aprobada tras el asesinato de John F. Kennedy.

Sin embargo, para que se pueda implementar, la vicepresidenta y la mayoría de los miembros del Gabinete tienen que votar para decidir si el presidente en funciones es incapaz para ejercer su cargo.

Por ello, hace unos días, la vicepresidenta Kamala Harris recibió una solicitud en este sentido del fiscal general de Virginia Occidental, Patrick Morrisey, quien argumentó que la salud mental de Biden es una “preocupación grave”.

Pero no sólo la edad y el deterioro cognitivo del presidente Biden están marcando su futuro político, pues recordemos que en días pasados la Cámara Baja de Estados Unidos aprobó someter a juicio político (“impeachment) al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, por su gestión de la frontera con México.

Los delitos que se le imputan son “violación de la confianza pública” y “negativa sistemática y deliberada a cumplir con la ley”. Sin embargo, el asunto todavía deberá ser analizado por el Senado que controlan los demócratas.

Además, la oposición en la Cámara Baja acusó al mandatario de haber utilizado sus influencias cuando era vicepresidente de Estados Unidos en el Gobierno de Barack Obama (2009-2017) para ayudar a su hijo Hunter y a otros familiares en unos supuestos negocios irregulares con China.

Sin embargo, de este caso, el presidente podría salir “bien librado”, ya que el jueves pasado, la Justicia estadounidense acusó a un ex informante del FBI de haber mentido a la agencia sobre la relación del presidente Joe Biden y su hijo Hunter con una compañía energética de Ucrania.

Pero aún está pendiente el fallo por los nueve cargos que le han imputado a su hijo por fraude fiscal, así como por compra y posesión de armas.

Como vemos los desafíos que habrán de enfrentar los dos favoritos son enormes, primero salir bien librados de las acusaciones en su contra, después sortear las elecciones primarias o caucus, que se están realizando en estos meses en cada estado y, finalmente, ser elegidos en las Convenciones nacionales de sus respectivos partidos.

Pero como aún falta mucho para las elecciones, y en política todo puede cambiar, ya veremos si a finales de este año, Donald Trump y Joe Biden repetirán la lucha por la presidencia o serán otros nombres los que estén en las boletas electorales. Estaremos atentos.