Entre gritos de “¡corrupta!”, el sonido de sirenas y el uso de megáfonos, la exgobernadora priista Claudia Pavlovich Arellano tomó protesta como embajadora de México en la República de Panamá ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión. La sesión estuvo marcada por un clima de confrontación abierto entre la oposición y la mayoría oficialista, que se dividió entre acusaciones de corrupción y traición, y una férrea defensa del perfil diplomático de la sonorense.

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El grupo parlamentario del PAN, encabezado por su coordinador Ricardo Anaya Cortés, se opuso abiertamente al nombramiento propuesto por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Desde sus escaños, senadores y diputados del blanquiazul intentaron frenar el avance de la sesión utilizando megáfonos y sirenas para interrumpir la exposición de motivos.

Ricardo Anaya, visiblemente molesto, acusó a la Mesa Directiva de alterar el Orden del Día para “evitar la discusión política sobre la violencia y los vínculos del oficialismo con el crimen organizado”.

La escena se volvió caótica. En medio de los reclamos, el presidente de la Comisión Permanente, Gerardo Fernández Noroña, ironizó regalando una caja de té “para la ansiedad” y pidió que se permitiera avanzar en la sesión.

Durante la discusión del dictamen, la senadora panista Lilly Téllez subió a tribuna para rechazar la ratificación de Pavlovich. Mostrando cartas firmadas por la exgobernadora, la acusó de haber defendido a los dueños de la Guardería ABC.

También señaló que fue responsable de desvíos de recursos públicos en Sonora y calificó su designación como una ofensa a las víctimas de tragedias como la de la familia LeBarón. “Claudia Pavlovich es igualita que toda esta bola de mafiosos, traidores, ladrones, hipócritas”, remató.

Por su parte, el diputado Humberto Ambriz Delgadillo, del PRI, también se pronunció en contra del nombramiento y acusó directamente a Pavlovich de haber traicionado al partido que la llevó al poder.

“Nombrar a Claudia Pavlovich como embajadora no tiene justificación personal, ni académica, ni diplomática, tiene otra lógica: la del trueque político. Tú entrega Sonora y yo te mando a disfrutar del canal”, dijo.

Calificó la designación como un premio por haber abandonado las filas del tricolor y criticó lo que llamó “el club de los que ya no caben en sus partidos, pero sí en una embajada”. Aclaró, sin embargo, que el PRI respaldaba el otro nombramiento propuesto para Turquía, el de Francisco Javier Díaz de León como embajador de México en Turquía, concurrente con las repúblicas de Georgia, de Kazajstán y de Turkmenistán, al tratarse de un diplomático de carrera.

Defensa desde el oficialismo: experiencia, género y estrategia

Desde el PT, la diputada Lilia Aguilar Gil respondió con vehemencia las acusaciones que había hecho previamente Lilly Téllez.

La diputada petista, en tribuna, acusó a Téllez de guardar un parentesco con Sandra Lucía Téllez Nieves, señalada en el caso de la Guardería ABC y detenida en fin de semana en Estados Unidos.

“Son primas, sus abuelos eran hermanos”, dijo mientras mostraba impresiones de gran tamaño de las actas de nacimiento. Agregó que la senadora había hecho uso político de la tragedia y cuestionó: “¿Qué fue lo que usted ganó con el ABC?”. También exigió que Téllez transparentara cuánto le paga Ricardo Salinas Pliego.

En defensa de la propuesta presidencial, el senador Jorge Carlos Ramírez Marín, del PVEM, llamó a centrar el debate en las credenciales diplomáticas de Pavlovich. “Viene de hacer un brillante papel como cónsul en Barcelona. No hubo escándalos, ni un solo caso que pusiera en entredicho el nombre de México”, dijo.

Afirmó que la exgobernadora está capacitada para representar al país y que su nombramiento no responde a ningún premio político, sino a méritos reales.

“Lo que queremos es una embajadora que trabaje por México, y Pavlovich lo ha demostrado”, subrayó.

En tanto, la senadora Verónica Camino Farjat, de Morena, también intervino para señalar que las críticas contra Pavlovich tenían un componente de género, después de que Ramírez Marín le preguntó desde su escaño que si ese podría ser un motivo para que la oposición estuviera en contra del nombramiento.

En respuesta, la legisladora dijo que “intentan minimizarla como si Panamá fuera un premio menor, cuando se trata de una nación clave en la región”, expresó, al señalar que su experiencia política y diplomática la hacen idónea para el cargo, y afirmó que la presidenta Sheinbaum tiene la facultad de proponer perfiles no necesariamente surgidos del Servicio Exterior.

Con 25 votos a favor, 10 en contra y cero abstenciones, la Comisión Permanente ratificó el nombramiento. Fue entonces, durante la ceremonia protocolaria de toma de protesta, cuando Lilly Téllez volvió a usar el megáfono para gritar desde su escaño: “¡Claudia Pavlovich, corrupta!”. Mientras la nueva embajadora levantaba la mano para protestar, la interrupción resonó en todo el salón.

Fernández Noroña, visiblemente molesto, lamentó la falta de respeto y respondió desde la Mesa Directiva: “No quieren respetar ni siquiera que es una sesión solemne. Lo que quieren es reventar la sesión. No lo van a lograr. No lo van a lograr”.

Después de la toma de protesta y al concluir la sesión, la senadora Yeidckol Polevnsky hizo señas dirigidas a Téllez, simulando con la mano que estaba “loca”, y pidió públicamente que el Partido Acción Nacional “lleve a la senadora al médico” porque, dijo, “necesita atención”.

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En la misma sesión, también fue ratificado el nombramiento de Francisco Javier Díaz de León como embajador de México en Turquía, concurrente con las repúblicas de Georgia, de Kazajstán y de Turkmenistán. A diferencia del caso de Pavlovich, su nombramiento fue respaldado sin mayores objeciones, y tanto legisladores oficialistas como de oposición reconocieron su amplia trayectoria diplomática.

Durante la presentación del dictamen, se destacó su experiencia en política exterior y su papel estratégico en el fortalecimiento de la presencia de México en regiones clave.