“Era un avión para pequeños faraones, acomplejados; sinónimo de fantochería, prepotencia”: AMLO

AIDA RAMÍREZ Foto: Daniel Galeana / El Sol de México El avión presidencial no se remató, sino que el avalúo que se hizo por parte de la Secretaría de Hacienda fue de un mil 658 millones de pesos, por el tiempo que ya tenía y porque además, “tenía una falla de fábrica”. Era una aeronave

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AIDA RAMÍREZ

Foto: Daniel Galeana / El Sol de México

El avión presidencial no se remató, sino que el avalúo que se hizo por parte de la Secretaría de Hacienda fue de un mil 658 millones de pesos, por el tiempo que ya tenía y porque además, “tenía una falla de fábrica”.

Era una aeronave que se modificó para 80, con acabados de lujo, “¡un despropósito! Miren los lujos, para pequeños faraones, acomplejados”; además, “sinónimo de fantochería, prepotencia”.

El valor total del avión cuando se compró, en el sexenio de Felipe Calderón, ascendió a seis mil 983 millones de pesos, pero llegó hasta febrero de 2016, cuando Enrique Peña Nieto era mandatario del país.

Así lo señaló el presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia matutina de este viernes, desde el puerto de Veracruz, y sostuvo que con esta venta, de la que ya se tiene todo el dinero en el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, hasta ahora el gobierno federal construirá dos hospitales, uno en la zona más pobre del país, en la montaña de Guerrero, y otro en Tuxtepec, Oaxaca.

 

Las obras las llevará a cabo la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), y se inaugurarán en septiembre del año próximo, antes de que deje la Presidencia de la República.

El titular del Ejecutivo se dijo “contento porque se vendió el ostentoso avión presidencial”, pues explicó que en los hechos era un avión que no se podía usar en trayectos dentro del territorio nacional, porque técnicamente debe volar distancias largas, de por lo menos cinco horas.

“Y el territorio mexicano en ese avión se puede recorrer en menos tiempo. Ni siquiera a la frontera, puede ser que de frontera a frontera, pero no. Entonces, fue un despropósito porque, por ejemplo, no se debía usar para venir a Veracruz porque apenas está levantando y ya hay que bajarlo. Es un avión para ir a Europa, en 10 horas sin recarga de combustible. Incluso más de 10 horas sin recargar”, dijo.

Reiteró que el alto costo de esta aeronave, que inicialmente era para 240 personas, se modificó para 80, con acabados de lujo, “¡un despropósito! Miren los lujos, para pequeños faraones, acomplejados”.

Y reprochó el que se le hubiera nombrado al avión José María Morelos y Pavón, “¡imagínense! cuando Morelos luchó por la igualdad, que se modere la indigencia y la opulencia”.

López Obrador aseguró que, como a todo mundo le consta, desde el inicio de su mandato quiso vender el avión presidencial, porque ese fue su compromiso, y señaló que en esta administración ya se han vendido como unos 10 aviones más, de lo que la próxima semana, Banobras dará un informe, aunque recordó que en el gobierno anterior se compraron seis jets y seis helicópteros.

Recordó que para este avión “¡no había cliente! Se lo ofrecí al presidente Trump, al presidente Biden, a la vicepresidenta Kamala que se reía nada más cuando le explicaba cómo era el avión.

También lo rifamos, ya le sacamos algunos fondos que se usaron para la construcción de escuelas y centros de salud, pero nos quedaba el avión, hasta que un gobierno, el de Tayikistán se interesó y cuidamos el acuerdo, porque como tenemos tantos, no tantos pero sí algunos adversarios, no quisimos decir nada”.

En ese sentido, señaló que se hicieron los avalúos por parte de la Secretaría de Hacienda y se aceptó comprar el avión en el monto, pagando los mil 658 millones de pesos, ya que el avión se depreció en la medida en que fue pasando el tiempo; además de que, señaló, hubo una falla de origen desde la fabricación, “lo que bajó el precio y fue creciendo el desperfecto, pero el último avalúo que se hizo fue de mil 658 millones”.