El autor intelectual Lex Ashton se mantiene en el centro de la conversación nacional después de los trágicos acontecimientos registrados en las instalaciones del plantel Sur del Colegio de Ciencias y Humanidades, perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma de México. El joven, quien cuenta con 19 años de edad, es identificado como el responsable de una agresión que conmocionó a la comunidad educativa y dejó una persona muerta.
El incidente ocurrió cuando el joven ingresó armado al campus universitario y atacó a dos personas: un estudiante que falleció y un trabajador que resultó herido, pero logró sobrevivir. Tras ejecutar las agresiones, Ashton intentó atentar contra su propia vida, situación que derivó en su hospitalización de emergencia.
Actualmente, el presunto agresor se encuentra internado en un nosocomio bajo custodia policial, donde fue sometido a una intervención quirúrgica en el cráneo para extraer un coágulo cerebral. Su pronóstico médico es reservado y permanece en el área de terapia intensiva, donde los especialistas continúan monitoreando su evolución.
Situación legal en suspenso
A pesar de la gravedad de los hechos, las autoridades judiciales no han emitido una orden de captura contra Ashton. Esta aparente inacción tiene una explicación jurídica: la legislación establece que dicha medida solo puede solicitarse cuando el acusado tenga la capacidad física de comparecer ante las autoridades judiciales.
Mientras tanto, el Ministerio Público avanza en la construcción del expediente mediante la recopilación de evidencias, declaraciones de testigos y análisis forenses. Este material será esencial para formalizar las acusaciones una vez que el imputado pueda enfrentar el proceso legal.
La Fiscalía espera el dictamen médico que certifique que Ashton está en condiciones de ser trasladado y presentado ante un juez de control. Solo en ese momento podrá solicitarse formalmente la orden de aprehensión que dará inicio al proceso judicial correspondiente.
Las escenas del operativo de emergencia con ambulancias y vehículos policiales rodeando el plantel permanecen en la memoria colectiva de la comunidad universitaria. El suceso ha reabierto el debate nacional sobre la protección en los espacios educativos y la urgente necesidad de atender la salud mental juvenil.
Los integrantes de la comunidad del CCH Sur y de toda la UNAM aguardan con preocupación el desarrollo de este caso, que ha evidenciado vacíos estructurales en materia de seguridad y bienestar psicológico estudiantil. La recuperación del joven podría tomar varias semanas, periodo durante el cual continuará bajo observación médica constante.
Una vez que los profesionales de la salud autoricen su alta médica o determinen que puede participar en las diligencias judiciales, Ashton será llevado ante las autoridades correspondientes para enfrentar las consecuencias legales de sus actos, marcando así el inicio formal del proceso que determinará su responsabilidad penal.




