Evolución de parásitos

12, junio 2023

FERNANDO FUENTES

Evolución de parásitos: el caso de los gusanos intestinales, impartida por Rosario Mata López, investigadora de la Facultad de Ciencias de la UNAM, especialista en modelos coevolutivos centró su ponencia en los helmintos, organismos multicelulares que presentan forma de gusano y son de naturaleza parasitaria, y en la relación de éstos con sus hospederos.

Recordó que es importante conocer las interacciones biológicas que dan mantenimiento a la biodiversidad y la estabilidad de los ecosistemas, como es el caso de depredador-presa, flor-polinizador y parásito-huésped, esta última es una de las más exitosas dentro de la naturaleza, porque el huésped se ve completamente afectado y el parásito beneficiado. “Sin ellas la biodiversidad no podría avanzar, y son sensibles a cambios estacionales, de comportamiento y al cambio climático”.

En la sesión, que formó parte del ciclo Los viernes de la evolución, coordinado por el colegiado Antonio Lazcano y José Sarukhán. La investigadora Mata López explicó que un parásito es aquel que vive dentro o sobre otro organismo vivo de distinta especie, que obtiene parte o la totalidad de sus nutrientes orgánicos, exhibiendo comúnmente algún grado de modificación estructural adaptativa y causando, a su vez, un grado de daño en su hospedero.

“Históricamente hemos considerado malos a los parásitos y como entes que nos asechan, pero es importante abordar estas interacciones biológicas desde un punto de vista ecológico y evolutivo. Éstas son tan maleables evolutivamente como las especies mismas, y han jugado un papel central en la diversificación y organización de la vida”, enfatizó la coordinadora de Biología Evolutiva, de la Facultad de Ciencias de la UNAM.

Agregó que el parasitismo se refiere al proceso en el que el parásito obtiene absolutamente todo de su huésped. “En la naturaleza, este proceso ha sido tan maravilloso, tan exitoso, que el parásito no llega a matar a su huésped, aun cuando la relación sea completamente negativa para él”. Sostuvo que por cada organismo existe al menos un parásito y el parasitismo ha evolucionado de forma independiente al menos 223 veces en sólo 15 phyla, es decir, en 15 categorías taxonómicas.

En palabras de la especialista, phyla rotifera, nematoda y annelida, son algunos de los parásitos que se encuentran en todas las especies de vertebrados y constituyen lo que se conoce como helmintos, que representan el 20% de los taxones de parásitos en el reino animal. “Los helmintos son organismos con forma de gusano, pero que forzosamente son parásitos, tienen el estilo de vida parasita”.

Entre los helmintos más conocidos, se encuentran los monogeneos, parásitos de peces, anfibios, reptiles acuáticos y del ojo de los hipopótamos; los trematodos digéneos, endoparásitos de vertebrados, del intestino, vejiga urinaria y pulmones; los cestodos, endoparásitos del intestino de sus huéspedes con un potencial reproductivo mayor que el de sus huéspedes; los nematodos, el grupo más diverso en la naturaleza; los acantocéfalos, gusanos del intestino; y las sanguijuelas, que se alimentan de la sangre y son parásitos temporales cuando se alimentan.

De acuerdo con Mata López, la importancia de este grupo de helmintos radica en que proporcionan información acerca de la coevolución hospedero-parásito; son monitores del estado de los ecosistemas, de la dieta de los hospederos, porque su presencia en la naturaleza indica que el ecosistema es sano; son indicadores indirectos de patrones de migración; indicadores directos sanitarios, debido a que su presencia determina el surgimiento de enfermedades que afectan a las poblaciones humanas, animales y vegetales; y, además, son reguladores poblacionales y funcionan para terapias de los humanos.

ferfuentesmty@hotmail.com