Faltan dos Chapitos, advierte el Departamento de Justicia de EU

Celebró la admisión de culpabilidad de Joaquín Guzmán López, pero advirtió que la ofensiva seguirá hasta capturar a Iván Archivaldo y Jesús Alfredo, líderes de Los Chapitos



La fiscal general Pam Bondi definió la confesión de Joaquín Guzmán López como una “gran victoria”. | Foto: Reuters

El gobierno estadounidense calificó la admisión de culpabilidad de Joaquín Guzmán López como un avance significativo, pero advirtió que la ofensiva continuará hasta ubicar a Iván Archivaldo y Jesús Alfredo, señalados como jefes activos de la facción conocida como Los Chapitos dentro del Cártel de Sinaloa.

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Luego de conocerse la confesión de Joaquín Guzmán López ante la Corte del Distrito Norte de Illinois, el Departamento de Justicia difundió su postura y colocó el mensaje que delineó el eje del caso: “Dos menos, faltan dos”, declaró el fiscal federal Adam Gordon para el Distrito Sur de California, expresión con la que subrayó que la persecución se concentrará ahora en los hermanos que permanecen prófugos.

A juicio de la administración estadounidense, la declaración de culpabilidad de Joaquín Guzmán López representó un avance sustantivo en la presión contra el Cártel de Sinaloa, pues se suma a la confesión previa de su hermano Ovidio, quien aceptó cargos de narcotráfico ante la Corte del Distrito Norte de Illinois en julio pasado.

Mediante un comunicado, destacó además que la jueza Sharon Johnson Coleman programó el regreso de Guzmán López a la Corte el 1 de junio de 2026, fecha en que se revisará la sentencia dentro del acuerdo negociado con la fiscalía, el cual permanece sin detalles públicos y forma parte de la cooperación establecida desde su llegada a territorio estadounidense en 2024.

Añadió que esta admisión de culpabilidad confirmó la estrategia ya en curso contra la facción criminal que inundó Estados Unidos con cocaína, heroína y fentanilo, y que, bajo el mando de los hijos del Chapo, generó la crisis de sobredosis más letal registrada por las autoridades federales en territorio estadounidense.

A la par de esta postura, la fiscal general Pamela Bondi definió la confesión de Joaquín Guzmán López como una “gran victoria” y reiteró su caracterización del Cártel de Sinaloa como “organización terrorista” que durante décadas provocó daños severos a la población estadounidense mediante violencia extrema y tráfico de sustancias sintéticas de alto riesgo.

Consideró además que la ofensiva contra esta estructura responde a una campaña “histórica y enérgica” del gobierno de Donald Trump para debilitar los mecanismos de operación de grupos trasnacionales vinculados con el tráfico de fentanilo, señalados por Washington como la mayor amenaza criminal en su territorio.

El avance del caso también reveló la admisión de Joaquín Guzmán López respecto de su participación en el secuestro internacional de Ismael “El Mayo” Zambada, dirigente histórico del Cártel de Sinaloa, episodio que evidenció una fractura interna entre la llamada “Chapiza” y la facción tradicional vinculada al liderazgo de Zambada.

La declaración de culpabilidad se anunció como parte de la Operación “Recuperemos América”, una iniciativa nacional que moviliza todos los recursos del Departamento de Justicia para lograr diversos objetivos policiales, incluyendo la eliminación total de los cárteles y las organizaciones criminales transnacionales y proteger a nuestras comunidades de los autores de delitos violentos, concluyó.