El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) celebra el 90 aniversario del Palacio de Bellas Artes con una serie de 58 fotografías que muestran el arte decorativo del monumento artístico en la Galería abierta de las rejas de Chapultepec, donde se aprecia al dios Apolo, las musas, la ornamentación, el mármol, las esculturas, la herrería, el diseño y la belleza del recinto.
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Visitar la galería ubicada en Paseo de la Reforma es disfrutar de una rica memoria de arte y arquitectura, en la que cada foto capta los detalles, los contornos, las texturas, los colores y el diseño de la arquitectura del recinto, el lugar más emblemático de la Ciudad de México.
Todos contamos con una referencia del Palacio de Bellas Artes desde la memoria y el afecto, ya sea por un concierto o espectáculo (música, danza, ópera), una actividad literaria o referencia cinematográfica, la visita a una exposición o a sus murales, el homenaje de algún artista, el punto de encuentro con familiares o amigos, la estación del Metro, su enorme plaza o bien, como telón de fondo para la foto del recuerdo de muchas quinceañeras, y turistas nacionales y/o extranjeros.
Pero muy pocas veces pensamos o nos preguntamos ¿quién lo diseñó?, ¿cuánto tardó su construcción? ¿cómo fue el proceso de su decoración? En esta ocasión todos los paseantes no solo podrán despejar algunas de estas interrogantes, sino que tendrán la oportunidad de ver a detalle, como nunca, algunos de los elementos ornamentales que se aprecian, tanto en la fachada como en los espacios interiores de este notable recinto.
A través de este recorrido por la exposición 90 años, Palacio de Bellas Artes. Memoria de Arte y Arquitectura, el público conocerá el nombre de algunos de los artistas, nacionales y extranjeros que colaboraron en el diseño del arte decorativo que lo conforma, por ejemplo: Géza Maróti, Leonardo Bistolfi, Gianetti Fiorenzo, Agustín Querol, Edgar Brant y la Casa Tiffany, que realizó el telón metálico del escenario, entre otros.
Además, podrán llamar por su nombre a los elementos decorativos que los componen: La Armonía en el frontispicio de la fachada principal; Apolo y las nueve musas en el plafón de cristal policromo de la sala de espectáculos, una obra que resplandece bajo la luz que se filtra a través de las vidrieras; los mascarones del dios Chac, reinterpretados en acero, que rematan el segundo vestíbulo; los detalles de hierro forjado, como los barandales y las puertas, encargados a Alessandro Mazzuccotelli, que complementan la riqueza decorativa del edificio, creando un contraste armonioso entre el mármol blanco y los metales oscuros.
Asimismo, se pueden apreciar los Pegaso de bronce que adornan la explanada, obra del escultor catalán Agustín Querol, traídas desde Italia, que representan la fusión entre la elegancia de la mitología clásica y la fuerza del arte moderno, así como los nueve tableros con figuras de querubines en bajorrelieve llamado El juego del amor y las figuras del arco llamadas La Inspiración y La Música.
Destacan vistas de la Cúpula central y Semicúpulas laterales, de nervadura metálica recubierta con láminas de ónix, cobre y cerámica; el Barandal, diseño de Federico Mariscal y Casa Edgar Brandt (1933) en el segundo piso.
Asimismo, Apolo, dios de la música y las bellas artes, de Géza Maróti (1908–1917); La vegetación del Valle de México, de Adamo Boari, Géza Maróti, Stoner y Tiffany Studios (1911) en el Telón de cristal, mosaico de cristal opalescente montado sobre una estructura metálica en la Sala Principal.
El INBAL invita al público a sumarse a la celebración de los 90 años del recinto, que ha cobijado infinidad de eventos y presentaciones de orquestas, artistas, óperas, espectáculos populares, exposiciones, entre muchas otras actividades artísticas, lo que hace evidente su vitalidad, importancia y permanencia, a nivel nacional e internacional, consolidándolo como el recinto cultural más importante del país.