Función de alarido en la Arena México con Atlantis como protagonista

BRANDON ARREGUÍN Foto: Brandon Arreguín Este domingo el Consejo Mundial de Lucha Libre ofreció una función de ensueño donde rudos y técnicos brillaron ante la afición nacional y extranjera en la Colonia Doctores. Figuras del tamaño de Mephisto, El Valiente o Atlantis, derrocharon talento dentro del cuadrilátero para ofrecer emoción y folklor a los amantes

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BRANDON ARREGUÍN

Foto: Brandon Arreguín

Este domingo el Consejo Mundial de Lucha Libre ofreció una función de ensueño donde rudos y técnicos brillaron ante la afición nacional y extranjera en la Colonia Doctores.
Figuras del tamaño de Mephisto, El Valiente o Atlantis, derrocharon talento dentro del cuadrilátero para ofrecer emoción y folklor a los amantes del pancracio.

 

Luchas preliminares

Las mujeres abrieron esta espectacular cartelera con un duelo relámpago de 10 minutos como límete dónde Metálica hizo gala de su rudeza ante la técnica Tiffany, que con su rubia cabellera, atraía a propios y extraños.

El duelo arriba del encordado comenzó con la rubia tomando la iniciativa violenta y castigando las piernas de la enmascarada, sin embargo, la Metálica sacó fuerza y técnica a través del aliento del público.

Tiffany sorprendió con “La de a caballo” pero Metálica no cedió en ningún momento.
La lucha finalizó con un mortal hacia el frente de Metálica, que aterrizó en toda la humanidad de la gladiadora rubia, que incluso no terminó por aceptar su derrota.

En la segunda batalla, los relevos australianos se apoderaron del recinto, donde Capitán Suicida, Pegasso y Estigma salían a escena frente a Crixus, el Ángel Rebelde y Vaquero Jr.
El encuentro pactado a 3 caídas tuvo duelos interesantes entre el rudo Crixus y Estigma, que no dejaron respiro a la grada entre castigos a ras de lona y vuelo por encima de la tercera cuerda.

El primer episodio fue para el bando de los nobles, mientras que la segunda caída se inclinó para la esquina ruda en una serie de vuelos de Pegasso y Capitán Suicida a Crixus y el Ángel Rebelde.
En la tercera y definitiva caída, Stigma sometió al Vaquero Jr. con una especie de “Gori invertida” que después se convirtió en un “Rompe cuellos” para aplicarle la cuenta de tres y quedarse con la victoria.

 

Estelares

En los combates estelares, la internacionalidad se apoderó del ring de la Mexico Catedral, con el nipón Yota, haciendo equipo con Mephisto y el Gemelo Diablo II, para hacer frente a los técnicos Panterita del Ring, Esfinge y Star Black.

Un duelo que se antojaba largo, nos brindó todo lo contrario: rapidez, astucia y gallardía a la hora de aplicar llaves, contrallaves y vuelos espectaculares.

El veterano de mil batallas, Panterita del Ring, dio cátedra luchistica al maniatar a Yoda, que veía con extrañeza al público por el increíble apoyo que recibía su rival. A pesar de eso, la primera caída fue para el lado oscuro a raíz de un brillante “Nudo” del Gemelo Diablo II a Panterita del Ring.

La segunda caída fue para la causa de los buenos, con un Esfinge que tomó protagonismo a raíz de la algarabia del público presente y su máscara en tonos amarillos relucientes, que incluso los lances de esquina a esquina fueron ovacionados por chicos y grandes.

El tercer y definitorio episodio se inclinó a los rudos con el japonés Yota teniendo al público de su lado y aplicando una Gori invertida para después azotar al ya mencionado Esfinge.
Al final, la cuenta de 3 hizo sucumbir a los técnicos que se marcharon con la derrota en la espalda.

La lucha estelar corrió a cargo de los rudisimos Bárbaro Cavernario, Ángel de Oro y Niebla Roja, contra El Valiente, Titán y el siempre estelar, Atlantis.

En un combate lleno de rivalidad, la mecha se prendió de inmediato con el Ángel de Oro y Niebla Roja tundiendo con rencor al “Ídolo de los niños”, el gran Atlantis, que luchaba por salir de la metralla pero que se venía muy lejos de su esquina para dar el relevo.
El primer episodio se lo llevaron los rudos con una triple patada a Atlantis y la inexorable cuenta de tres para someterlo y quedarse con la caída, mientras sus compañeros poco podían hacer por quedar fuera de combate ante los vuelos del Bárbaro Cavernario y Niebla Roja momentos antes.

Para el segundo asalto, la afición furica, trasladaba su apoyo a Atlantis mediante el grito de su nombre, pero ni Ángel de Oro, ni Bárbaro Cavernario, ni mucho menos Niebla Roja, cesaron los ataques al bando de los nobles.

La reacción vino precisamente del gran Atlantis, quien debajo del ring hizo de las suyas contra el Ángel de Oro, mientras arriba del encordado, El Valiente y Titán rendían a los rudos con tremendas hurracarranas.

Le euforia subió cuando los malosos intentaron despojar de la capucha a Atlantis en par de ocasiones pero el referí lo impidió.

El combate se volvió cardiaco con el juego de cuerdas de Titán, que puso de pie a la mítica Arena México con acrobacias que terminaron con un castigo de tijera al Bárbaro Cavernario, seguido de un mortal hacia atrás de El Valiente a Niebla Roja y la famosa “Atlántida” del “Ídolo de los niños” a el Ángel de Oro para culminar el combate con triunfo técnico.