Arnelle Pelan, junto con su esposo Antoine y su hija Ana, han dedicado los últimos dos años de sus vidas a la Fundación Lázaro en México. Originarios de Francia, su misión es ser la familia responsable de un proyecto innovador que ofrece vivienda compartida a personas en situación de calle y al mismo tiempo a jóvenes profesionistas. La idea es: crear una comunidad donde todos los residentes se apoyen, puedan encontrar una nueva oportunidad de vida.

La Fundación Lázaro nació en 2006 en Francia, inspirada por un joven que decidió compartir su hogar con personas que no lo tenían. Este gesto creció y se convirtió en una organización con presencia internacional, que ahora cuenta con casas en varios países, incluyendo México, donde existen dos: una para hombres y otra para mujeres.

El modelo de convivencia consiste en que las personas en situación de calle deben cumplir unos requisitos: no tener adicciones, no padecer enfermedades mentales y tener el deseo de salir adelante y pagar renta de 1,500 pesos una vez que están en condiciones de hacerlo. Por otro lado, los jóvenes profesionistas deben tener estabilidad económica y psicológica. Ellos deberán pagar entre 2,000 y 2,500 pesos, dependiendo del tamaño de la habitación

Lázaro es más que un proyecto de vivienda; es una experiencia de vida que busca cerrar la brecha entre dos mundos aparentemente opuestos y demostrar que la convivencia es posible. Se ubica en calle Sándalo 111, Santa María Insurgentes, alcaldía Cuauhtémoc.