Genera incertidumbre en México aplicación de aranceles a pesados

La medida se aplicaría a partir del 1 de noviembre



Foto: Arte en Canva

La aplicación de aranceles del 25% sobre los camiones medianos y pesados importados a Estados Unidos entró en vigor este sábado, una medida que afecta especialmente a México, principal productor de vehículos de tonelaje medio para fabricantes estadounidenses. La medida se aplica a partir del 1 de noviembre a los camiones que van de la clase tres a la clase ocho, así como a sus componentes relacionados.

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Este nuevo impuesto aduanero, enmarcado en la guerra comercial emprendida por el presidente estadounidense Donald Trump, había sido anunciado y retrasado varias veces, aunque finalmente se confirmó su inicio para el primer día de noviembre.

Aunque el 99% de la producción de camiones pesados de grandes fabricantes se realiza en EE. UU., gran parte de la producción de camiones medios de Ford, General Motors (GM) y Stellantis, procede de México.

Los datos del Departamento de Comercio de EE. UU. revelan la magnitud del impacto: de enero a julio, Estados Unidos importó 32,410 millones de dólares en camiones, autobuses y vehículos especiales, de los cuales casi un 80%, o 25,860 millones de dólares, procedieron de México.

Esta aplicación confirma que, a pesar de las llamadas y pláticas entre la presidenta Claudia Sheinbaum y el presidente Trump, así como las múltiples reuniones del secretario de Economía, Marcelo Ebrard, con el secretario de Comercio, Howard Lutnick, los esfuerzos no han sido del todo convincentes, pues finalmente sí se estarían aplicando algunos de los aranceles anunciados.

Ante esta situación, y considerando que México es el principal exportador de este tipo de vehículos a Estados Unidos, la medida se espera tenga un impacto significativo en la industria automotriz del país.

No obstante, el sector mexicano ha precisado un punto crucial: los vehículos fabricados en México que demuestren cumplir con las reglas de origen y contenido regional establecidas en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) pueden beneficiarse de un trato arancelario preferencial o descuentos, quedando exentos del arancel total.

El sector privado de EE. UU. había solicitado previamente no imponer nuevos aranceles, señalando que los principales orígenes de las importaciones son “aliados o socios cercanos de Estados Unidos que no representan amenaza para la seguridad nacional”.

El pasado 10 de octubre, Marcelo Ebrard había asegurado que se buscaba la no aplicación de dicho arancel, proponiendo un esquema de descuento al arancel para los vehículos pesados que demuestren contenido regional y componentes estadounidenses, similar al que se aplica a los automóviles ligeros.

Ebrard señaló que los vehículos pesados tienen una integración de componentes de Estados Unidos y de México mucho superior a los ligeros, con promedios de entre 50 y 65 por ciento. Por lo tanto, habrá que estar atentos a la publicación de las especificaciones de la medida para ver cómo se aplicará el proceso de descuento que, según afirmó, “va a favorecer mucho a las empresas mexicanas”.