Goran Dragić nació en Yugoslavia, pero a sus tres años cambió de nacionalidad. No se trató de algún fenómeno migratorio ni mucho menos, sino de la Guerra de los Balcanes, que dividió aquel país y su natal Ljubljana pasó a formar parte de la naciente nación de Eslovenia. Aquel pequeño encontró refugio en medio de ese conflicto bélico en el baloncesto, mientras pasaba sus tardes en el club Ilirija, donde se forjó hasta convertirse en una súper estrella de la NBA.

El esloveno emergió como un talento con potencial de primera ronda y era visto como el segundo mejor base del Draft de 2008 solo detrás de Derrick Rose, la primera selección global de aquel año. No obstante, fue seleccionado en la posición 45 por San Antonio Spurs, pero sus derechos fueron traspasados a los Phoenix Suns, equipo con el que jugó en México por primera vez en 2009 cuando enfrentó a Philadelphia 76ers en un partido de exhibición en Monterrey. Y así comenzó su particular cariño por este país.

“He estado en la Ciudad de México cuatro veces, así que es una ciudad increíble con mucha gente agradable; solo tengo buenos recuerdos. Estuve aquí con los Suns en el pasado y dos veces con los Miami Heat y ahora regreso, así que tengo muchas ganas de jugar el partido y tener una gran tarde”, comentó en conferencia de prensa el ahora jugador retirado en su visita a territorio nacional para presenciar el NBA México Game 2024 entre Miami Heat y Washington Wizards.

Con 38 años, Goran es parte de la celebración de este juego, el número 33 de la liga en este país, mismo que marcará el mayor número de partidos en cualquier otra nación fuera de Estados Unidos y Canadá. Será un partido especial, pues se contará con la presencia de Jaime Jáquez Jr., jugador mexicoestadounidense de segundo año, quien causó furor en su primera temporada en la liga.

“Como novato, él realmente me impresionó por cuán maduro era. Tuvo muchos minutos y fue de mucha ayuda al Miami Heat. Este año estoy esperando que haga otro nivel, yo considero que fue un juego duro, el primero de la temporada, perdieron de manera grande ante Orlando, pero ahora que volvió ganaron dos juegos y Jaime tuvo realmente grandes actuaciones, especialmente en la segunda unidad que es donde entró, ellos siempre tienen un plus así que para mí, lo que espero de él es un futuro brillante en el Heat y que den un paso hacia adelante”, describió al mexicano.

Dragić tuvo en encuentro con medios mexicanos para hablar de este juego, donde recordó su prodigiosa carrera y aquel duro momento en que sufrió desgarro plantar en su pie izquierdo y le impidió ser parte de las Finales de la NBA en 2020 cuando Miami Heat perdió ante Los Ángeles Lakers en la Burbuja de Las Vegas durante la pandemia.

“Estoy orgulloso de mi carrera, al ser un pequeño niño de Eslovenia no era fácil llegar a la NBA pero lo logré, por supuesto que no fue fácil, tuve altos y bajos pero seguí mi pasión, seguí mis sueños y puedo decir ahora que lo hice. Tuve una carrera de 15 años en la NBA, siempre quise conseguir una medalla de oro con mi selección nacional o un anillo de la NBA, pero desafortunadamente no pude hacerlo, jugué las Finales con el Heat, me lesioné y ya sabes, así es la vida, a veces tiene éxito, otras no, pero estoy muy contento con mi carrera, si puedo ver en retrospectiva, no cambiaría nada”, remembró.

Goran forma parte de una parte del mundo donde el basquetbol se vive diferente. Yugoslavia solía ser una potencia en este deporte, al grado que obtuvo la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Moscú 1980, y a pesar de su disolución, esos países que resultaron de la llamada balcanización han mantenido esa tradición en las duelas. Es por eso que Dragić realiza labores de reacondicionamiento de canchas de baloncesto en toda Eslovenia, pues su mayor deseo es ayudar a los niños a tener la mejor infancia posible e impulsar a que surjan cada vez más figuras como el propio Luka Dončić.

“Nací en Eslovenia, o mejor dicho, Yugoslavia. En aquel entonces era un país formado a partir de lo que ahora son seis países. Serbia, Bosnia, Croacia, Eslovenia, Montenegro, Macedonia, así que nací en 1986 en el país que se vino abajo en 1989, entonces el baloncesto siempre estuvo en el ADN en esa parte del mundo. Yugoslavia se vino abajo y seguí en el baloncesto esloveno pero los croatas y serbios tenían muy buenos jugadores y para mí, siempre quise ser un jugador de baloncesto”, comentó.

“A lo largo de los años hemos producido buenos jugadores de NBA en algún momento, diría que tenemos ocho o nueve jugadores de nivel para un país de dos millones de personas, es asombroso y sí, logramos algo grandioso con la medalla de oro en el campeonato europeo en 2017 y ahora tenemos a Luka Doncic, uno de los mejores jugadores en el mundo y fue muy importante, especialmente que veo atrás a los jugadores que surgieron antes que yo y trazaron el camino para mí, pues es un país que crece en su baloncesto y ahora tenemos jugadores como Luka y no solo Eslovenia, muchos países alrededor como Serbia que tienen tremendos jugadores que en olímpicos estuvieron cerca de vencer a Estados Unidos y pudieron hacer historia en el baloncesto y fue importante para su gente porque aman el baloncesto”, sentenció.