Redacción Tras la presentación de observaciones por parte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) a la cuenta pública 2023, el gobierno de Veracruz, encabezado por Rocío Nahle, interpuso una denuncia por presunto daño patrimonial por más de 1,600 millones de pesos en la Secretaría de Salud local durante la gestión de Cuitláhuac García como mandatario estatal (2018-2024).

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Nahle declaró que la denuncia por el presunto desfalco, interpuesta por la Contraloría General de Veracruz, se debe a que se detectaron irregularidades en el sector salud estatal cuando el titular era Roberto Ramos Alor, específicamente en contratos otorgados a empresas de muy reciente creación, sin los procesos administrativos requeridos por ley y con proveedores vinculados a casos de corrupción.

Al respecto, Rocío Nahle declaró en un encuentro con medios: “Yo tengo que cuidar el patrimonio de Veracruz, esa es mi función. En el sector salud encontramos muchas irregularidades… muchas cosas que no estuvieron bien y lo tengo que decir. Ya el contralor hizo la denuncia pertinente, porque nosotros tenemos que darle seguimiento a esto, y si hay daño patrimonial, que es así, pues se tiene que llamar a cuentas a quien fue el secretario de Salud (Ramos Alor), porque así lo marca la propia Auditoría. De la observación que nos ha hecho la Auditoría Superior de la Federación, es donde se le va dando el seguimiento y el contralor está en eso”.

Los especialistas de la Auditoría Superior de la Federación, explicó la mandataria, “llegan y hacen una revisión y emiten primero una recomendación u observaciones, después el funcionario (aludido) tiene que solventar. Ya se había solicitado supuestamente desde el 2023 y en la de 2024, que es por eso que querían llevar un año de desfase, estamos viendo la (auditoría) del 2023″.

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Se hizo público que ASF detectó que los funcionarios de Servicios de Salud de Veracruz no llevaron a cabo estudios de mercado ni cotizaciones para contratar servicios subrogados, situación que limitó la participación de otros proveedores y, con ello, se evitó la búsqueda de mejores precios. Asimismo salieron a la luz dos esquemas irregulares: las adjudicaciones directas sin justificar la elección de proveedores y subrogaciones millonarias en la adquisición de equipo médico especializado.

Cabe recordar que, aunque Ramos Alor no fue el único titular de la Secretaría de Salud en el periodo de Cuitláhuac García, sí fue señalado por el presunto desperdicio de medicamentos oncológicos e incumplir obras públicas.