AIDA RAMÍREZ

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Si bien las perspectivas para la economía mexicana han venido mejorando de forma gradual, con un crecimiento estimado al finalizar 2023 de 3.2%, el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), advierte que ese escenario está sujeto a una incertidumbre elevada y riesgos importantes, ello, principalmente, por la situación del enfrentamiento armado entre Israel y el grupo islámico Hamas.

“El principal foco generador de incertidumbre es la nueva dinámica geopolítica en el mundo, ya que a la guerra en Ucrania se suma ahora la de Israel, que amenaza con escalar en la región y tener consecuencias que pueden ser muy serias y altamente impredecibles.

“Adicionalmente a estos dos conflictos, se tienen las fricciones cada vez más intensas entre China y Estados Unidos, especialmente sensibles por lo que ocurre alrededor de Taiwán y en el mar del sur de China. Aunado a ello, vienen las elecciones en Estados Unidos, que podrían cambiar de forma importante las políticas de la economía más poderosa del mundo”, indicó en conferencia de prensa, el presidente del Instituto, José Domingo Figueroa Palacios.

Sin embargo, se considera que las próximas dos o tres semanas del conflicto de Israel con Hamas, en medio oriente, serán cruciales para la economía global y la mexicana en particular, pues se verá hasta dónde escala el conflicto, “y estaremos en posibilidades de ver si se están empezando a generar o no reacciones por ello que pueden provocar esos efectos”.

Mario Correa Martínez, presidente del Comité de Estudios Económicos del IMEF, comentó lo anterior y señaló que en el caso de Ucrania, las primeras semanas fueron de incertidumbre y después los mercados se fueron adaptando y entendiendo que el conflicto “iba para largo y las repercusiones de esta confrontación se vieron con más claridad”.

Explicó que en estos momentos, el tema se está desarrollando, pero el principal canal que podría tener efectos en la economía mexicana es a través de lo que ocurra con el precio del petróleo y de los energéticos, pero también en precios de alimentos, “de algunas materias primas que compliquen la lucha contra la inflación y requieran de acciones adicionales de los bancos centrales, incluido el Banco de México”.

Otra de las consecuencias, indicó el IMEF y que puede afectar a México, es lo que pase “a través de los mercados internacionales en los activos financieros, ya que con este conflicto está aumentando el nivel de incertidumbre en el entorno mundial, pues pueden aparecer factores derivados del conflicto que no se espera, sobre todo si se extiende a otros países”.

En ese sentido, explicó que ello representa “para los activos financieros, que normalmente se evalúan dado un entorno de percepción de riesgo global, con esta mayor incertidumbre eso usualmente castiga los precios de los activos financieros, y uno de los riesgos es que se den ajustes importantes en los precios de dichos activos en el mundo, que complique los mercados, complique la obtención de créditos por tasas de crédito mayores -ni por los bancos centrales, sino por los mismos inversionistas-“.

Comentó que hasta el momento los mercados están “tratando digerir lo que pasa y ver hacia dónde van las cosas, pero es todavía muy pronto para saber con precisión por dónde pueden venir todos estos impactos. Pero sí está claro que hay mayor riesgo, una mayor incertidumbre y eso no es favorable para el desempeño de los mercados financieros en general”.