Hacia una política de dimensiones de la Seguridad

El Seminario Universitario de Estudios de Democracia, Defensa, Dimensiones de la Seguridad e Inteligencia de la UNAM, creado en agosto de 2023, sugiere medidas integrales para reforzar la seguridad en el próximo sexenio.



Tal y como se llama el Seminario Universitario de Estudios de Democracia, Defensa, dimensiones de la Seguridad e Inteligencia de la UNAM (creado en agosto de 2023), es que para el siguiente sexenio, debe apuntarse hacia una serie de medidas encaminadas a reforzarse entre sí, en cuanto a las Seguridades. 

No sólo por los polémicos resultados en la materia a lo largo del sexenio que termina, sino también, por las dinámicas regionales e internacionales que de forma directa afectan a la proyección de los intereses nacionales de México y por lo tanto, al funcionamiento adecuado del sistema social.

Es deseable que existan ciertas continuidades. Llevamos décadas, desde el siglo pasado, que y aún siendo del mismo partido el Presidente saliente y su sucesor (en este caso y por primera vez, sucesora), de donde la propensión a “comenzar de cero”, genera y no sólo en cuanto a las dimensiones de la Seguridad (Pública, Interior, Nacional), sino en una larga lista de tareas fundamentales de la administración pública federal, a que se pierda tiempo, esfuerzos y sobre todo tiempo. 

De allí que es pertinente, una vez pasada la fase de la propaganda electoral y concluidos los conteos de los sufragios, que se den los pasos necesarios para estructurar una serie de programas en materia de las Seguridades, para fundamentar un Política General de Seguridad.

Ahora que han comenzado las designaciones de las y los responsables de las Secretaría de Estado y otras importantes posiciones, es que las consideraciones en torno al principal y más grave problema para la sociedad, que no es otros que la inseguridad pública, deben irse perfilando. No hay tiempo que perder en experimentos ni tampoco en continuidades que por la meda dinámica cronológica, ya han pasado o en breve pasarán a ser anacrónicas. 

De allí que la próxima Presidenta de la República, Claudia Scheinbaum Pardo, tenga en sus manos un muy importante responsabilidad para estructurar una serie de medidas que comiencen a dar resultados mucho antes de que se publiquen el Plan Nacional de Desarrollo, los Planes Sectoriales y los Programas Especiales.

En función de ese panorama, están, desde luego los perfiles de quienes desde los diversos ámbitos de la Seguridad habrán de acompañarle. Además de los cargos claves de los titulares de las Secretarías de Defensa Nacional, Marina Armada de México, Seguridad y Protección Ciudadana y por supuesto, Gobernación, también hay una lista de instituciones determinantes para alcanzar el preciado objetivos de la recuperación de la Seguridad Pública, en primera instancia. Por ejemplo, el Centro Nacional de Inteligencia, el Comandante de la Guardia Nacional, entre otras relevantes posiciones.

Es muy probable que los cargos arriba señalados, sean el último grupo en ser dado a conocer. Eso obedece, entre otras importantes razones, a que en las Secretarías de Defensa y Marina, no es aconsejable tener un Alto Mando en funciones y otros designado en la posición de relevo. Y menos aún en la situación que vive el país en varias partes de su amplia geografía. 

Por eso, y como señalé, deben conjugarse tanto las líneas básicas y prioritarias de los programas de las dimensiones de la Seguridad, con el perfil de los funcionarios civiles y militares. Faltan pocas semanas para el arranque del siguiente sexenio, por lo que desde el próximo día uno de octubre, y no es una exageración, deberán a comenzar a darse resultados a favor de la sociedad, las leyes y las instituciones. Es un formidable reto, pero hay las condiciones para cumplir.

javierolivaposada@gmail.com

@JOPso