El paquete económico y fiscal para 2026 sí estaría creando nuevos impuestos que le estaría sumando a las arcas del gobierno, por lo menos 183 millones de pesos, y, aunque sea por una sola vez, también sería inflacionario al aplicar aranceles a productos de importación de países con los que no se tiene tratado comercial.

LEE ADEMÁS: Celebraciones patrias generarían 37,500 mdp en economía

Y es que se está proponiendo que a partir del próximo año se aplique el IEPS a productos con edulcorantes -como bebidas light-, a videojuegos violentos, pero también propone el incremento a juegos y sorteos, así como a bebidas azucaradas y a tabacos, que se explica como una “actualización“.

A ello se suma el que se están proponiendo la aplicación de aranceles a productos intermedios procedentes de países con los que no se tienen tratados comerciales, como China, para proteger sectores clave como el automotriz.

Con esto, “lo que propiciaría un efecto inflacionario de una sola vez“, aseguró el subsecretario de Ingresos, Carlos Lerma, en conferencia de prensa de Palacio Nacional.

Ahí mismo, el secretario de Hacienda, Edgar Amador Zamora señaló el recorte de expectativas del crecimiento de la economía para 2025, desde la estimación previa de entre 1.5% y 2.3%, a un intervalo de entre 0.5% a 1.5%; pero también se modificó el estimado de consolidación fiscal para este año, al pasar de 3.9% a 4.3 por ciento.

Explicó que la presentación de este paquete, que se sustenta en los principios del humanismo mexicano, se realiza bajo un entorno internacional todavía complejo, “marcado por recientes tensiones comerciales y geopolíticas que han desafiado la estabilidad macroeconómica global“, pero México, sin embargo, dijo, se ha mostrado resiliente ante las presiones externas.

Reconoció que “esta dinámica económica que vimos en 2025 también condicionó en buena medida nuestra proyección de cierre“, toda vez que “muchas empresas pospusieron o retrasaron sus procesos de inversión y eso también afectó la actividad económica“.

El presupuesto para 2026 prevé que el gasto neto total ascenderá a 10.1 billones de pesos, con énfasis en programas sociales y proyectos de infraestructura estratégica; en donde los ingresos totales serán por 8.7 billones de pesos, de los cuales 5.8 billones de pesos provendrán de la recaudación tributaria.

De las erogaciones destacan 3.0% del PIB a programas sociales como, más de 228 mil millones de pesos para obras ferroviarias, carreteras y portuarias dentro del “Plan México“, y se tienen ya etiquetados para pensiones 1.7 billones de pesos.

Hacienda asegura que este avance será posible gracias al combate a la evasión, la digitalización de trámites y la modernización de aduanas.

En cuanto a la no deducibilidad de las cuotas de bancos mercantiles al IPAB, Antonio Martínez explicó que al no estar vinculados esos recursos con recursos que generen ingresos, no pueden ser deducibles del impuesto sobre la renta.

De su parte, Amador Zamora sostuvo que hay tres pilares de la economía que le dan solidez, esto es, un mercado laboral dinámico, niveles de desempleo en mínimos históricos y salarios reales crecientes “que permiten garantizar un piso social mínimo y mantener la solidez del mercado interno“.

Una trayectoria de la inflación decreciente, ubicándose en 3.5% anual en su dato más reciente; y un sector externo dinámico y fuerte, con altos crecimientos en sectores de alta tecnología, como equipos electrónicos y de cómputo, respaldando la posición comercial favorable de México en un contexto global incierto.

Afirmó que para 2026, el humanismo y la responsabilidad serán la guía del gasto público, en donde los programas sociales serán los principales motores.

TAMBIÉN PUEDES LEER: Inflación repunta a 3.57% en agosto; destacan alimentos y vivienda

Dijo que el paquete refleja los principios centrales del modelo de desarrollo de este gobierno, basado en una política económica que amplía los derechos sociales y los garantiza, impulsa el crecimiento y preserva la estabilidad macroeconómica, para mantener una senda de consolidación fiscal gradual, preservar la inversión, sostener el empleo y estimular la actividad productiva con niveles de deudas sostenibles en el mediano plazo dentro de la estrategia de Plan México.