El británico Lewis Hamilton irá por revancha, aunque no será el único, este fin de semana en el Gran Premio de Azerbaiyán, sexta competencia de la temporada en la que intentará recuperar el liderazgo en el Campeonato que cedió en Mónaco a manos del neerlandés Max Verstappen, ganador en el Principado.

El séptimo puesto le permitió cosechar apenas siete puntos al séptuple campeón mundial, que ahora marcha a cuatro de distancia de su colega de Red Bull, favorecido por el rendimiento de los motores Honda y por el del alerón trasero flexible que es eje de una de las polémicas.

“Escuché hablar y hablé también del alerón flexible, pero lo importante es que superen los controles.

Naturalmente, representa una ventaja en las rectas, pero independientemente de eso y de lo que yo piense, no creo que hagan la diferencia”, admitió Hamilton.

“Es comprensible que la atención apunte a nuestras máquinas por el gran trabajo que estamos haciendo, pero todo está en regla”, pareció retrucar Verstappen, cuya segunda victoria en la temporada lo catapultó a la cima del certamen.

El neerlandés intentó enfocar la atención en el “alerón delantero, que es el más importante en el rendimiento de un bólido de Fórmula 1 y, en nuestro caso, es menos flexible que el de otros equipos”, destacó.

Para Hamilton, el tema no da para mayores polémicas y prefirió concentrarse en “hacer lo mejor posible con lo que tenemos”, según dijo tras mostrarse arrepentido por las críticas que le dedicó a su equipo tras la decepcionante actuación en Montecarlo.

“Son cosas que se dicen en caliente y no siempre son correctas.