El presidente de la Asociación Estatal de Maestros y Padres de Familia, Miguel Ángel Tovar Tapia, reveló lo anterior al precisar que el regreso total a clases presenciales se ha pospuesto por la variante Ómicron del Covid-19, no obstante hay presiones económicas y por ello funcionarios federales, de corte neoliberal, han viajado a Tamaulipas para verificar que la mayoría de los maestros estén vacunados contra el Covid-19.
“Más que a un tema de salud, académico o educativo, obedece a un tema económico por razones comerciales”, acentuó.
El también profesor, sostuvo que además de que la pandemia no cede, muchos maestros no creen en las vacunas, pero tampoco se les puede obligar a inmunizarse.
“Así como los maestros permitimos que alumnos de determinada religión no rindan honores a la bandera o no canten el himno nacional, así también la Secretaría de Educación tiene que respetar la decisión de los maestros que no se quieren vacunar de lo contrario se estarían violando sus derechos laborales. La vacuna no es obligatoria y hay artículos de la Ley de Trabajo a las que se pueden atener los maestros para defenderse”, advirtió Tovar Tapia.