Foto: arte en canva Una batalla épica se libra en los campos duranguenses, donde un ejército de chapulines ha desatado una invasión de proporciones devastadoras que amenaza con convertir el actual ciclo agrícola en uno de los más desastrosos de los últimos años. La crisis ha alcanzado dimensiones alarmantes que exigen medidas urgentes para salvar lo que queda de las cosechas.
LEE ADEMÁS: Jorge Medina y Josi Cuen en el Palenque Tlaxcala 2025: fecha, sede y venta de boletos
Los números revelan la gravedad de la situación: dos terceras partes de los sembradíos en la capital duranguense presentan presencia del insecto devastador, con pérdidas que oscilan entre el 30 y 40% de la producción esperada. Esta cifra representa un golpe demoledor para la economía agrícola de la región.
En las zonas más afectadas, el panorama es verdaderamente apocalíptico. Los productores reportan que la invasión ha alcanzado tal severidad que en algunas áreas el chapulín ya cubre hasta el 70% de las hectáreas cultivadas, transformando campos verdes y prometedores en extensiones arrasadas.
https://platform.twitter.com/widgets.js🦗😱 ¡Invadidos por chapulines! Vecinos de un fraccionamiento en Durango no pueden ni salir al patio por una plaga ⚠️
— POSTA Durango (@POSTADurango) August 6, 2025
🎥: Alejandro Avila pic.twitter.com/YPqpwndkYW
Un enemigo que no distingue cultivos
Las autoridades locales han confirmado que más de 1,700 hectáreas de frijol y alrededor de 9,000 de maíz están bajo riesgo inminente. Estos cultivos básicos, fundamentales para la seguridad alimentaria y la economía local, enfrentan una amenaza que podría comprometer no solo la subsistencia de miles de familias, sino también el abastecimiento regional de productos esenciales.
El frijol y el maíz, pilares de la agricultura duranguense y elementos fundamentales de la dieta mexicana, se encuentran prácticamente indefensos ante esta plaga que avanza sin piedad por los campos de la entidad.
La respuesta tecnológica ante la crisis
Frente a esta emergencia agrícola, la Secretaría de Agricultura estatal ha implementado una estrategia innovadora que combina tecnología de vanguardia con medidas de protección inmediata. El plan incluye el uso de drones que, sin costo para los productores, dispersarán químicos en áreas donde aún no ha llegado la plaga.
Esta medida preventiva representa una carrera contra el tiempo, ya que el objetivo es crear barreras químicas que impidan el avance de los chapulines hacia zonas que aún permanecen libres de la invasión. La estrategia busca contener la expansión antes de que toda la región agrícola quede completamente devastada.
