La Jaiba Brava de Tampico Madero y el Irapuato se juegan la corona del torneo Apertura 2025 de la Liga Expansión MX. La Final de Vuelta promete ser un choque épico por el título del circuito de plata del futbol mexicano en el Estadio Tamaulipas, escenario de una batalla que quedará grabada en la memoria de sus aficionados.

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Con un marcador global de 0-0 que lo deja todo en suspenso tras el partido de Ida, no hay ventaja, ni hay margen para ninguno de los dos protagonistas, solo 90 minutos para decidir quién levantará la copa en el certamen.

La Jaiba Brava regresa a su fortaleza con la misión de cerrar un año casi perfecto. Invictos en la Fase Regular y tras eliminar con autoridad a Leones Negros UdeG y Tepatitlán, el equipo de Marco Antonio ‘Chima’ Ruiz busca el cetro que se le negó hace un año. Su estrategia se basa en presión alta, transiciones rápidas y una delantera letal. Jugar en casa, ante una afición que llenará las gradas del coloso de la colonia Ciudad Madero, es el empujón final para saldar una deuda histórica.

Frente a ellos, una Trinca Fresera que ya hizo historia con su sola presencia. En su primera temporada completa en la Expansión MX, Irapuato ha llegado a la Final tras superar a rivales de mayor cartel, apelando a un glorioso pasado con cuatro títulos en la antigua Segunda División y —sobre todo— a la muralla llamada Humberto ‘Gansito’ Hernández. El portero fue la gran figura del partido de Ida, atajó lo inatajable y transmitió calma a su defensa. Si repite su actuación, el milagro estará al alcance.

El empate sin goles en Irapuato dejó en claro que nadie regalará nada. Tampico dominó la posesión y creó las ocasiones más claras, pero chocó una y otra vez contra la ordenada defensa de cinco y las manos de Hernández. Los freseros, por su parte, se aferraron al orden y al contragolpe, con destellos que pudieron cambiar la historia pero les faltó puntería. Ahora, en la Vuelta, ambos saben que tendrán que arriesgar más.

Este duelo revive una rivalidad histórica. El antecedente más célebre se remonta a la temporada 1993-94, cuando un joven Tampico Madero remontó en la Final de ascenso a un Irapuato que parecía tener todo resuelto, para así lograr el grito de ascenso a Primera División. Ahora, 31 años después, el encuentro se renueva en otro contexto, pero con el mismo espíritu, al ser dos ciudades industriales, dos aficiones apasionadas y dos equipos que representan mucho más que once jugadores.

El pitazo inicial sonará a las 19:00 horas. Para la Jaiba Brava, es la oportunidad de coronar un proyecto de años; mientras que para la Trinca Fresera, la posibilidad de escribir una de las gestas más inesperadas del fútbol mexicano reciente.