Tan pronto caminaba hacia el túnel que lleva a los vestidores, Jaime Jáquez Jr. fue asediado por decenas de fanáticos que le pedían fotografías y autógrafos. El mexicoestadounidense se detuvo y firmó cada pelota y jersey que le pidieron y accedió a tomarse cada una de las selfies. El jugador de segundo año del Miami Heat sabe que por más que se debata entre jugar con los 12 Guerreros o el Dream Team, sus raíces aztecas lo convierten en un héroe local. Y al menos por una noche, debe actuar como tal.
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Los 20 mil 328 asistentes que se hicieron presentes en la Arena CDMX, estuvieron pendientes de cada uno de los movimientos de ‘JJJ’. Desde su soltura en la duela y sus movimientos defensivos para neutralizar a sus rivales de Washington Wizards, hasta cómo se acomodaba su larga cabellera con las manos. Jaime desató el frenesí en su primer partido oficial en México, y fue tal su efervescencia que hizo que hasta Belinda y Kenia Os pasaran desapercibidas.
“No sabía lo que iba a esperar. Estaba muy emocionado de verlo. Estaba muy emocionado de ver a mi familia. Fue increíble. Estaba muy contento de ver a todos los fans, de poder interactuar, de poder firmar autógrafos, de poder tomar fotos con la gente. Pude sentir el cariño de la afición, fue muy emocionante”, comentó Jáquez Jr. al término del NBA México City Game.
Fueron 25 minutos los que el californiano de raíces aztecas tuvo en el encuentro en que el Heat se impuso por 118-98 a los Wizards en la noche más esperada por el público nacional con un compatriota en la cancha. Si bien no fue ni cerca su mejor noche en cuanto a producción con 8 puntos, una asistencia y 10 rebotes, lo suyo fue el triunfo ideológico al demostrar que un connacional puede volar tan alto como lo desee.
De hecho, Jaime hizo historia al convertirse en el primer basquetbolista mexicano en ganar un duelo de NBA en el país. Anteriormente, Eduardo Nájera y Gustavo Ayón perdieron aquí, aunque lo hicieron en pretemporada, cuando los equipos suelen experimentar con alineaciones y hacen cientos de rotaciones para ver el comportamiento de cada jugador.
“Sí, es genial. Es genial hacer historia aquí. Me alegro de estar en los libros. Creo que fue una victoria de equipo. Tenemos que seguir ese proceso durante toda la temporada”, dijo Jáquez al respecto y dedicó palabras a Sam Adebayo y Jimmy Butler. “Es genial. Son dos grandes maestros. Me hablan mucho de lo que significa ser un profesional. No pude esperar a dos mejores maestros. Son increíbles de la manera en que me tratan, de la manera en que se aproximan al juego. He aprendido mucho”.
Cientos de niños acudieron a la Arena CDMX con el jersey número 11 de su ídolo mexicano. Qué importa si se decide por representar a Estados Unidos, pues a fin de cuentas ahí nació. Lo de Jáquez ha sido el ejemplo de que un jugador de origen mexicano puede triunfar en la NBA sin excusa alguna.
“Es maravilloso, ojalá pueda inspirar a muchos niños para que alcance su sueño, ojalá haya más mexicanos en NBA, que sigan su sueño y muestren su talento. Que algún día pueden ser como yo”, sentenció.