MARTÍN AVILÉS

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Patrick Mahomes sufrió la primera intercepción de su carrera en la Semana 1 de la NFL y puso fin a una marca de 20 anotaciones sin entregar el balón al rival. Sin su cómplice Travis Kelce, el estelar mariscal de campo sufrió en carne propia la dolorosa derrota del campeón Kansas City Chiefs en el estreno de su corona ante los Detroit Lions.

Mahomes acumuló 226 yardas y dos anotaciones a cambio de una histórica intercepción que rompió con la mejor racha en la historia de la liga en cuanto a touchdowns sin entregas de balón en la semana debut y los monarcas de la liga cayeron por 21-20 ante un equipo gitano, que de la mano de Aidan Hutchinson promete ser un dolor de muelas para cualquiera.

El propio Hutchinson para nada se intimidó ante el estruendoso recibimiento en Arrowhead y presionó a Mahomes como esos mosquitos que no cesan de picotear en la playa. Kansas City se vio obligado a renunciar al balón, algo extraño para la mejor ofensiva del mundo.

Dan Campbell mandó una jugada de trampa en cuarta y dos en su propia yarda 12 y los Lions hicieron la primera gran jugada del partido. Y gracias a esa genialidad llegó la primera anotación de la temporada 2023. Detroit movió las cadenas en un drive de 14 jugadas y 91 yardas, mismo que culminó con un pase de Jared Goff para Amon-Ra St. Brown en las diagonales.

El zarpazo de los felinos de plata no fue sino una provocación para los campeones vigentes, que no tenían pensado permitirse una derrota ante su gente en el día en que estrenaban su corona. Mahomes volvió a ser el genio de siempre, y con jugadas de fantasía, llevó a los suyos hasta zona de gol, donde desde la yarda seis envío un pase para Rashee Rice, quien hizo su debut en NFL con el pie derecho al marcar la primera anotación de KC del año.

El juego era un intercambio de golpes en un cuadrilátero emparrillado. Detroit no se achicó y llevó el balón hasta la yarda 17 del rival. Parecía inminente otro rugido de los felinos, pero McDuffie perdió la posesión, misma que fue recuperada por Bryan Cook, en la primera gran jugada defensiva del juego.

Los Jefes no pensaban irse al descanso sin ventaja. Mahomes n tuvo inconveniente ante la baja por lesión de Travis Kelce y orquestó otro drive maravilloso que con un pase de cuatro yardas para Blake Bell, puso por primera vez al frente en el marcador a los suyos para desatar la euforia en Arrowhead.

Pero la segunda mitad no cambió de guión. Los dirigidos por Campbell no se achicaron ante el imponente reto de plantar cara al monarca de liga respaldado por un estadio con el cuchillo entre los dientes. Y en esa sintonía, Brian Branch hizo la hombrada al interceptar a Mahomes que Kadarius Toney alcanzó a rozar pero no controló y dejó servido a merced del defensivo de Detroit, quien no encontró oposición en su camino hasta las diagonales para un pick six que cayó como balde de agua helada sobre los de bermellón.

Se trató de la primera intercepción devuelta hasta las diagonales sufrida por el egresado de Texas Tech en su carrera en un juego de Semana 1. De hecho, antes de esa jugada, Mahomes había lanzado 20 pases anotadores sin entregarlo al rival en partidos inaugurales, racha más larga en la historia de la liga que está noche terminó.

Harrison Butker se puso en posición de gol de campo y no falló para devolver la ventaja a los locales. Un respiro en la guerra sin cuartel contra los Leones. Y lo volvió a hacer. El pateador de KC puso otros tres puntos para estirar a seis la ventaja de su equipo, todo un héroe inesperado cuando Mahomes estuvo en aprietos.

Los de la AFC Norte parecían estar en la cornisa del abismo, hasta que un poderoso drive de 80 yardas que finalizó con un touchdown de David Montgomery, cambió el rumbo del juego. Los Lions pecaron de irreverentes y en una cuarta y dos por avanzar y 2:35 en el reloj, se quedaron cortos y dieron vida a los campeones reinantes. Sin embargo, Mahomes intentó por todos los blancos sin éxito. Todavía un Ave Maria en cuarta y 25 parecía el escenario perfecto para el MVP del Super Bowl LVII pero no lo logró.

Los Chiefs perdieron en casa, un duro golpe que repite lo sucedido apenas el año pasado, cuando a los Rams les abollaron la corona los Búfalo Bills. Una sorpresa que demuestra lo competitiva que es la mejor liga del mundo, la NFL.