GERSON HERNÁNDEZ MECALCO
Candidatos asesinados en Ecuador, derrota electoral en Guatemala de una ex Primera Dama que se opuso a la lucha anticorrupción, denuncias del posible fantasma del comunismo en Honduras, un dictador en Nicaragua, un líder autoritario en El Salvador, que disfraza su combate al crimen organizado en la cárceles con reformas para perpetuarse en el poder; son solo algunas pinceladas del panorama latinoamericano, donde la violencia circula por las venas abiertas de América Latina (dixit Eduardo Galeano). Sin embargo, como dicen en Fosfoleón, se la están bañanando los argentinos con el apoyo al discurso político del ultraderechista Javier Milei. Pero menor vamos por partes:
¿Por qué es tan popular su mensaje político? Un día declara que “Micky Mouse es el aspiracional del político argentino, porque es una rata asquerosa que la quiere todo el mundo”, y en otro momento sortea su sueldo como legislador con más de 2.7 millones que quieren ganar los casi dos mil dólares (34 mil pesos mexicanos). Sin embargo, es limitado pensar que las simpatías del fenómeno populista son a causa del malestar ocasionado por los problemas económicos de los fracasos de Mauricio Macri o el peronismo encarnado por Alberto Fernández.
Los últimos gobiernos no solo provocaron pobreza e inflación, en un contexto en que su pueblo sigue celebrando el campeonato mundial de futbol. En 2023 los precios aumentaron más de 11%. Ante esto Milei propone: Recorte de gasto público, disminución del presupuesto a la educación pública, jubilaciones y programas sociales. A la pregunta de ¿Quién pagará sus promesas? A siete mil 388 km está Palacio Nacional, CDMX, tampoco se explican los ¿Cómos?, pero aseguran que será gracias al castigo a la mafia del poder. En Argentina Milei los llaman “parasitaria, chorra (ladrona) e inútil”.
En la primera vuelta electoral, el candidato obtuvo el 30% de los votos (7.1 de 35 millones). El perfil de sus seguidores vive en barrios pobres y de clase media-baja. Los efectos poselectorales de su triunfo generaron una devaluación del 18%. Esto ocasionó que los sectores inmobiliarios, servicios y construcción aumentaran sus precios. Por ejemplo, el tipo de cambio oficial está en 365 pesos por dólar, pero en las calles de Buenos Aires se vende al doble.
Milei es un político con rasgos de comunicación política como: Donald Trump en Estados Unidos, Giorgia Meloni en Italia, Jair Bolsonaro en Brasil y Santiago Abascal en España. Sin embargo, los ataques de Milei son contra la clase política argentina, y el kirchnerismo; mientras Meloni y Trump responsabilizan a los migrantes del desastre económico de sus naciones.
Ya casi para terminar, en menos de dos meses se celebrará la segunda vuelta de las elecciones (22 de octubre). Y los escenarios son: 1.- Si Milei obtiene más del 45% o 40%, sería el próximo presidente; pero si no, y 2.-Si hay una diferencia de 10% contra el segundo lugar, habría una nueva vuelta entre los dos más votados y se celebrarían elecciones definitivas el 19 de noviembre.
El posible triunfo del líder argentino no es un terremoto como se vende, porque muchos políticos en el mundo se han caracterizado por estos comportamientos polarizantes. Lo que es una realidad es la ruptura del sistema de partidos como es el bipartidismo argentino. Pero ojo, estos comportamientos discursivos son cada vez más populares gracias a la polarización; lo que nos muestra que lo políticamente incorrecto es la encarnación de Javier Milei, aunque en un futuro todo empeore.
Comunicólogo político, académico de la FCPyS UNAM y Maestro en Periodismo Político @gersonmecalco
