MARTÍN AVILÉS
Foto: Reuters / @AaronDonald97
A poco menos de un mes para el inicio de la temporada 2023 de la NFL, las superestrellas afinan detalles con la intención de llegar a tope para la Semana 1 y así empezar a hacer valer cada centavo de los millones de dólares que perciben.
Como ya se ha vuelto una costumbre, el aumento del tope salarial brinda espacio a las 32 franquicias de la liga a otorgar contratos cada vez más lucrativos. Y para este año hay un nuevo rey en la lista de los mejor pagados.
Justin Herbert fue recompensado por Los Ángeles Chargers con un promedio anual de 52.5 millones de dólares, cifra con la que dejó atrás el registro que tenía Lamar Jackson con Baltimore Ravens y sus 52 mdd; así como el propio Patrick Mahomes con Kansas City Chiefs con 50 mdd. A favor del actual monarca de la liga, pasa la durabilidad del acuerdo que es por 10 años en Kansas City, mientras que el resto de los quarterbacks, incluido Herbet, se comprometen por el próximo lustro.
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En una NFL donde se ha priorizado el ataque aéreo, los quarterbacks se afianzan como los jugadores mejor pagados. En tanto, la segunda posición más valorada por los gerentes generales son los frontales defensivos. Presionar al pasador rival se ha vuelto en una necesidad bien remunerada.
El tackle defensivo, Aaron Donald, cobra 31.6 millones por temporada con Los Ángeles Rams, mientras que el Ala Defensiva de los Pittsburgh Steelers, T.J. Watt, cobra apenas un millón menos gracias a sus nada despreciables 30.5.
Pero si los quarterbacks son importantes, por lógica, también lo son los receptores abiertos. La explosividad a lo profundo es bien pagada en la NFL. Los Rams también tienen al WR que más cobra, en este caso es Cooper Kupp con 26.7 millones de dólares. El equipo de Los Ángeles está en plena reconstrucción tras el título conseguido en 2022, pero siguen contando con dos de las mayores superestrellas de la liga.
A la ofensiva, pero entre los linieros, nadie gana más que Andrew Thomas, a quien los New York Giants lo compensan con 23.5 millones de dólares.
Después siguen las otras grandes posiciones de la defensiva. Para evitar que los receptores abiertos marquen la diferencia, los Green Bay Packers le otorgan 21.7 mdd por año al esquinero Jaire Alexander. Asimismo, los Baltimore Ravens, que se han caracterizado durante todo el Siglo XXI por presumir a los mejores linebackers, tienen a Roquan Smith, quien cumple con creces el perfil. En su caso recibe 20 mdd por campaña.
El profundo de los Chargers, Derwin James, es el mejor pagado de su posición con 19.6 mdd. Recién hasta la novena posición mejor pagada aparece la del receptor Christian McCaffrey, gracias a los 17.2 millones que le otorgan los San Francisco 49ers. De forma inexplicable, el ala cerrada Darren Waller con Giants es el mejor compensando con 17 mdd, casi tres más que el imparable Travis Kelce.
Aunque suelen ser determinantes, los pateadores son los menos preciados de la liga. Justin Tucker, quien va que vuela para el Salón de la Fama, apenas recibe 6.2 mdd en Baltimore.
La NFL genera mucho dinero en derechos de televisión, con lo que aumenta el tope salarial, y hay jugadores de posiciones muy específicas que son los grandes ganadores en sus cuentas de banco, más allá de lo competitivo que llegue a ser su equipo en cuestión.
Con todo y que incrementó el salario más alto en la liga estadounidense de futbol americano, todavía se encuentra por detrás de la NBA, liga en la que hace unas semanas los Celtics de Boston firmaron a Jaylen Brown por más de 60 millones por campaña. En las Grandes Ligas, el japonés Shohei Ohtani, de los Angels, percibe 70 mdd anualmente.