Si ganara Kamala Harris la presidencia de Estados Unidos, la relación con México podría ser un poco más tersa, no obstante que la demócrata, en su calidad de senadora, no se pronunció a favor, en su momento, del tratado comercial entre México, Canadá y Estados Unidos, conocido como T-MEC.

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Lo anterior, “no quiere decir que cuatro años después siga pensando eso”, comentó el presidente del sindicato patronal del país, la Coparmex, José Medina Mora, quien no descartó que con la ahora candidata, se pudieran dar ciertos ajustes en la parte de justicia laboral.

En medio de la justa electoral, se menciona más la agresividad con la que podría conducirse el republicando Donald Trump que la propia candidata demócrata y vicepresidenta del actual gobierno, Kamala Harris.

Sin embargo, para Gabriela Siller Pagaza, directora de Análisis Económico en Grupo Financiero BASE, considera que de ganar Harris, también encontraría dificultad para hacer cambios, por tener resistencia desde el Congreso, al ser del partido opositor, “pero la relación con México podría ser menos ríspida que con Trump”.

Carlos Serrano Herrera, economista en Jefe de BBVA México, señaló que, de ganar Kamala Harris, el tipo de cambio peso-dólar, “que es casi imposible de pronosticar, tendría una apreciación respecto a los niveles que tiene ahora”.

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En tanto que no tendría tanta incidencia en la variación de la economía mexicana, pues quien podría ser la primera mujer en guiar los destinos de Estados Unidos, no se ha pronunciado en la misma medida que Donald Trump con respecto a aplicar aranceles a productos mexicanos.

En tanto, Paz Consuelo Márquez-Padilla García, exdirectora del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que de llegar a la Casa Blanca, con Harris podrían registrarse trabas y la revisión del tratado comercial que se tiene entre México, Canadá y la Unión Americana no sería tan fácil, ello, “debido a temas como los sindicatos y el medio ambiente”.