Martín Avilés / Ovaciones
Foto: Cortesía París Media Centre
La natación de los Juegos Olímpicos de 2024 se celebrará en la París La Défense Arena, un inmueble de usos múltiples cubierto ubicado en Nanterre, un suburbio al oeste de París. Sin embargo, la antigua piscina Georges-Vallerey, onstruida para los Juegos de París de 1924, ha sido objeto de importantes renovaciones para transformarse este verano y servirá como un lugar de entrenamiento.
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Se trata de una de las más valiosas joyas que se han preservado de los Juegos de hace un siglo. Ahora esta la piscina luce como nueva, pero ha conservado el estilo que la caracterizó, pero ahora con un techo retráctil y una zona de recepción reconfigurada y accesible para estos tiempos modernos.
Su renacimiento es un orgullo para los organizadores de esta justa veraniega, pues, originalmente llamada piscina de Tourelles, fue aquí donde el estadounidense Johnny Weissmuller hizo historia al ganar cuatro medallas olímpicas, incluidas tres de oro, por lo que su historia permanecerá intacta para goce de los nuevos visitantes.
Renombrada en 1954 tras el fallecimiento de Georges Vallerey, quien estableció múltiples récords europeos y ganó el bronce en los 100 metros espalda en los Juegos de Londres de 1948, está decorada con la Croix de Guerre. La piscina es tan icónica como el nombre que lleva.
Desde entonces ha conservado sus dimensiones olímpicas de 50 x 21 metros y su carácter modular (37.5 m + 12.5 m o dos veces 25 m) gracias a un tabique móvil. Antes de que los atletas disfruten del lugar este verano, cuando se convierta en un lugar de entrenamiento, los parisinos tendrán la oportunidad de disfrutar de esta joya renovada.
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Lo más destacado de esta renovación es el techo retráctil completamente renovado y su estructura. Las 25 toneladas de madera que contiene han sido reutilizadas y recicladas, simbolizando el enfoque virtuoso de las obras de construcción de estos Juegos.
La madera vieja del marco se utilizó para crear los nuevos muebles y letreros para Vallerey. Para evitar nuevos residuos, el 10% de estos últimos se reutilizó in situ en el complejo de piscinas, mientras que el resto se aprovechó en otras obras.
Con el mismo espíritu de responsabilidad ecológica, el edificio es ahora más eficiente: los sistemas de tratamiento de agua, calefacción y ventilación se han modernizado para hacer la piscina más limpia y respetuosa con el medio ambiente.
Otro punto a destacar de esta reapertura es que la alberca ofrecerá nuevas condiciones para recibir al público y a los deportistas. El rediseño y las mejoras de accesibilidad de la recepción del recinto, así como la accesibilidad al interior del recinto se han identificado como proyectos cruciales en esta reforma del edificio.
La piscina ya ha reabierto para los parisinos y estará reservada a los nadadores olímpicos para su entrenamiento, a partir de mediados de junio.