La batalla maestra

24, octubre 2022

Marco Baños

El proceso electoral del Estado de México inicia en la primera semana de enero de 2023, con más de 12.4 millones de electores que serán convocados para renovar la gubernatura, en forma simultánea a las elecciones de Coahuila que igual renovará gubernatura e integrantes del congreso local. Se trata de la base electoral más grande de la república, el 13.22% de los listados nacionales; 16 millones, 992 mil, 418 habitantes, que analizarán las candidaturas y definirán a quien le entregan su confianza, para definir el resultado de la `batalla maestra´.

​La división que viven las dirigencias nacionales de `Va por México´, virtud a la reforma constitucional impulsada por el PRI para mantener al ejército en tareas de apoyo a la seguridad pública, no fue óbice para que las dirigencias estatales continúen negociando la conformación de la alianza que, probablemente, postulará la candidatura de Alejandra del Moral, recientemente designada por el tricolor como `coordinadora para la defensa del Estado de México´. Al final, el gobernador Alfredo del Mazo, logró zanjar las diferencias internas e impulsar la posibilidad de su secretaria de desarrollo social.

​Así, la alianza nacerá en el ámbito local y no será central ni estará condicionada por humores de los líderes nacionales, prueba de ello es la reciente aprobación de la reforma a la constitución mexiquense para incorporar los gobiernos de coalición y la promulgación de la correspondiente ley que permitirá que, en el caso de una candidatura común o cuando se postulen candidaturas a gobernador o gobernadora, los partidos puedan suscribir acuerdos específicos para determinar la integración de dependencias públicas y organismos administrativos auxiliares.

​La fórmula aliancista, conforme a diversos ejercicios demoscópicos, incrementa posibilidades para que el PRI y sus aliados mantengan el Estado de México; en caso de perderlo, no tendrán posibilidad de competir en el 2024 y los logros del 2021 no se refrendarán, sino que pasarán a formar parte de las anécdotas de la política mexicana. Enfrente estará Morena y aliados, con Delfina Gómez a la cabeza, quien tendrá el apoyo incondicional de los presidenciables del oficialismo que seguirán en su propia lucha, a las y los gobernadores afines y al presidente de la república, con su pesado aparato de control por la vía de los programas sociales.

​El desenlace de las reformas constitucionales para mantener al ejército en las calles convirtió al dirigente nacional del PRI en aliado de Morena y eso limita sus capacidades para mantener acuerdos legislativos y electorales con PAN y PRD. El presidente trabaja desde las mañaneras para ganar y cumple el propósito de fracturar a la coalición que ahora aparece en el tablero político con déficit porque no acumula trabajo eficiente de base ni recomposición nacional frente al electorado que no quiere discursos sino soluciones, pero en el Estado de México la fórmula local salvaría a la alianza por el momento.

​Las elecciones del 2023 serán ganadas por los partidos y candidaturas que mejor conecten con el amplio electorado mexiquense, los que mejor trabajo de campo realicen y sean capaces de colocarse frente a la ciudadanía para ofrecer soluciones a la enorme problemática que a diario se acumula. El rol de MC podría ser el fiel de la balanza, con la candidatura de Juan Zepeda que suma muchas simpatías, ahora bajo las siglas de un partido que apuesta por ofrecer una propuesta diferente.

@MarcoBanos
*Profesor en UNAM y UP. Especialista en materia electoral.