La Revolución mexicana y su legado

Hace 114 años, el pueblo de México inició una de las revoluciones armadas más importantes de la historia del mundo



Hace 114 años, el pueblo de México inició una de las revoluciones armadas más importantes de la historia del mundo. La lucha por ideales y la necesidad de encontrar justicia social fueron el estandarte de este acontecimiento, en una época marcada por los abusos de las cúpulas y los excesos de sus gobernantes. Las mexicanas y los mexicanos de entonces entregaron sus vidas a la causa por un país libre y democrático.

La Revolución fue una respuesta a siglos de abusos y sometimiento por parte del Gobierno; la desigualdad era un pan que se les daba todos los días a campesinos y obreros del país, lo cual alimentó aún más el espíritu guerrero y la sed de transformación que guardaban mujeres y hombres cansados de los atropellos a sus libertades, pero más todavía a su cultura, sus tradiciones y creencias. Estos sucesos unieron al pueblo de México en un solo sentimiento que en el norte abanderó Francisco Villa, y en el sur, Emiliano Zapata. A ellos se les sumaron miles de personas con raíces indígenas y un gran sentido de pertenencia a sus tierras y tradiciones ancestrales, que los invasores habían tratado de sepultar.

Cada año, en plazas cívicas, escuelas y mercados, el pueblo de México celebra y recuerda a sus heroínas y héroes que les dieron justicia y libertad, y se realizan verbenas populares de las cuales disfrutamos todas y todos, acompañando el festejo con bailes, festivales y representaciones que rememoran lo sucedido en aquellos años.

La historia del México libre es relativamente corta en comparación con la de otros países, sobre todo de Europa; sin embargo, hemos evolucionado rápidamente hacía un camino de total democracia gracias al espíritu inquebrantable y en constante resiliencia de su pueblo.

El espíritu guerrero y de resiliencia nos acompaña como un fiel testigo de nuestro ADN como mexicanas y mexicanos. Los diestros y valientes guerreros del pasado, nuestros movimientos estudiantiles y sociales, las mujeres y los hombres que día a día alzan la voz ante las injusticias nos recuerdan nuestra naturaleza indomable y que ha hecho de México un país en constante clamor por mayores libertades, aboliendo siempre los autoritarismos e injusticias.

Además de haber sido un proceso político y social, la Revolución sembró en cada una y uno de nosotros un sentimiento de libertad y unidad incomparable, demostrable, por ejemplo, cada vez que un fenómeno natural azota nuestras tierras. Siempre saldrá avante ese pueblo de espíritu guerrero, dispuesto a dejar la vida por sus hermanas y hermanos.

En tal sentido, a las y los legisladores de este país nos corresponde velar, defender y hacer valer nuestra Carta Magna y las leyes que de ella emanan. Hoy, como hace ya más de un siglo, no es una tarea fácil; existe gran resistencia a los cambios significativos, sobre todo a aquellos que trastocan intereses de personas y grupos de poder. Sin embargo, hemos sabido conducirnos para lograr un número importante de reformas en beneficio de los pueblos indígenas y afromexicanos, reivindicar los derechos de la clase trabajadora de este país y garantizar los derechos de nuestras infancias, a través de iniciativas como las del expresidente Andrés Manuel López Obrador y nuestra actual presidenta, la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, que velan por nuestra soberanía energética y ponderan la sustentabilidad y el cuidado del medio ambiente.

Como mexicanas y mexicanos debemos sentir orgullo de que, a poco más de un siglo de nuestra formal historia independiente, hemos logrado una sociedad con pilares democráticos fuertes y que es participativa en todos los ámbitos de gobierno. Vamos por el camino correcto, el camino de las libertades, de las garantías individuales y del respeto a nuestras diferencias, en un país donde el pueblo decide quién lo representa, quién lo juzga y quién lo lidera como nación. Aunque todavía nos falta camino por recorrer, sin duda nuestras heroínas y héroes revolucionarios se sentirían tranquilos y orgullosos del legado que dejaron en la sociedad mexicana.

ricardomonreala@yahoo.com.mx

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