La Señora X pisa callos

24, julio 2023

ANGÉLICA DE LA PEÑA

En realidad, la pre precampaña para la elección de la presidencia de México la inició el Presidente López Obrador el 5 de julio de 2021. Es necesario recordar el contexto que derivó en el inicio anticipado de la contienda electoral presidencial, tres años antes del 24.

En esa mañanera el titular del Poder Ejecutivo se reconoció como el destapador de las corcholatas a las que puso a competir entre ellas, con toda la intención de que Morena les restregara a los partidos de oposición, una ventaja inalcanzable. Nada parecía perturbar la competencia hacia el 24. Todo mundo hablaba de las corcholatas. Si hoy hay quejas porque se adelantó el proceso electoral, el responsable de violar la Constitución Política, es el Presidente desde julio del 21.

Dos años las corcholatas en sus cargos haciendo campaña abierta. Desde la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México y la Secretaría de Gobernación, sus titulares se desplazaron y emplazaron a sus equipos por todo el país.

Sin embargo, lo más inusitado no es cómo ha venido actuando quien vive en Palacio Nacional con una desparpajada impunidad y sin ningún tapujo, sino cómo la autoridad electoral, ni en ese momento, ni después, pudiese hacer algo para detener la simulada campaña adelantada.

El próximo Congreso Permanente tendrá que refrendar cómo se garantiza la división entre los Poderes de la Unión, acotando las facultades de quien asuma la titularidad del Poder Ejecutivo. Volver a la discusión sobre los riesgos que conlleva que un solo hombre concentre tanto poder. El Poder Legislativo prácticamente desaparecido, y el Poder Judicial como los últimos Skywalker resistiendo para que no desaparezca la República.

En honor a la verdad, la oposición ha tenido que tomar medidas para remontar la inequidad, desigualdad y gandallismo de la hegemonía del lopezobradorismo que se mueve en un entorno de impunidad totalmente inesperado; por lo que ha sido necesario atender los reclamos de la sociedad civil para emprender los trabajos hacia la construcción del Frente Amplio por México, y crear condiciones objetivas para una competencia cuyo triunfo es necesario convencer, sí es posible. En este marco aparece la Señora X.

A partir de que Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz levanta la mano para encabezar al Frente Amplio y disputar la Presidencia cuando sea el momento, López Obrador no la deja en paz. El resolutivo del INE donde le solicita no hablar de Xóchitl en sus mañaneras le vale un comino y visiblemente descompuesto, usa las estructuras y recursos públicos del gobierno para denostar a la senadora violando impunemente los principios de neutralidad e imparcialidad.

La aparición de Xóchitl le ha provocado a López Obrador tanto enojo y perturbación porque la personalidad de la senadora genuinamente le llega lo mismo a las clases medias, que al electorado de Morena. Por eso no va a dejar de molestarla, no va a atender lo que le ordenen los organismos electorales, e inventará formatos para atacarla desde Palacio. Desatará denuncias y amenazas, todo para tratar de impedir el triunfo del Frente Amplio por México.

Ante estas intimidaciones no podemos guardar impávido silencio. Es necesario señalar desde todas las voces quién es el verdadero responsable de la apología contra Xóchitl Gálvez, y debemos responder como un Frente, porque ahora sí le hemos pisado los callos al Presidente.

Defensora de derechos humanos