La iniciativa privada exige al gobierno federal dé la real importancia de fortalecer las condiciones que permitan un crecimiento de la economía más elevado y sostenido, de tal manera que facilite la creación de empleos de calidad, formales y mejor remunerados.
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Ello, tras conocer la estimación oportuna del INEGI, que señala que el principal indicador de la actividad económica del país, el Producto Interno Bruto (PIB), se debilitó en el tercer trimestre del año al reportar una caída trimestral de 0.3%, que respecto al mismo periodo del año pasado muestra una disminución de la misma magnitud, y representa su primera variación anual negativa desde el primer trimestre de 2021.
Con estos resultados, tal parece que el debilitamiento de la actividad económica del país ya se resiente en el mercado laboral; “porque la situación es complicada, incluso para la población ocupada que se puede considerar formal”, aseveró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), en su análisis semanal.
Pues en este ámbito, observa que, de acuerdo con los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), del aumento total de la población ocupada, 830 mil 337 personas pudieron colocarse en la informalidad, mientras que los ocupados en la formalidad disminuyeron en 10 mil 188.
“Esto propició que la tasa de informalidad laboral se elevara de 54.1% en septiembre de 2024 a 54.9% en el mismo mes del presente año. Asimismo, por condición de acceso a las instituciones de salud, se observa que en septiembre la población ocupada con acceso a ellas disminuyó en 243 mil 423 personas, mientras que las que no cuentan con estos servicios aumentaron en 1 millón 063 mil 485. Los no especificados aumentaron en solo 87, esto respecto al mismo mes del año pasado”, indicó el organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Asimismo, se observa que en septiembre el total de trabajadores subordinados y remunerados aumentó en 262 mil 070 personas respecto al mismo mes del año pasado, de las cuales aquellas que tienen acceso a instituciones de salud disminuyeron en 238 mil 300, mientras que las que no cuentan con este servicio crecieron en 491 mil 920 y los no especificados en 8 mil 450 personas.
En este sentido, observa, el universo de trabajadores subordinados y remunerados que perciben hasta un salario mínimo aumentó en 1 millón 042 mil 361 personas, mientras que los trabajadores que perciben más de un salario mínimo disminuyeron en 1 millón 125 mil 547. Los no especificados aumentaron en 345 mil 256 personas.
Por lo anterior, la situación es complicada incluso para la población ocupada que se puede considerar formal, señaló el CEESP.

Foto: Cuartoscuro 


