Foto: Cortesía @MaTeresaEalyMx Cada día son más las voces que cuestionan la postulación de Rafael Guerra Álvarez, actual presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
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Al respecto, la diputada María Teresa Ealy Díaz se pronunció enérgicamente en la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados contra la postulación de Guerra Álvarez, pues aseveró que su historial “está marcado por actos de encubrimiento y complicidad, como en el caso del violador y potencial feminicida Alejandro ‘N’, quien fue protegido junto con el juez Júpiter López Ruiz.
“No podemos permitir que alguien con antecedentes tan cuestionables ascienda a uno de los cargos más importantes de nuestro sistema judicial. Esto sería un agravio para las víctimas y un retroceso en la lucha contra la violencia de género”, afirmó.
La Diputada @MaTeresaEalyMx presentó ante la reunión de la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados su inconformidad por la postulación de @MagRafaelGuerra como ministro en las elecciones judiciales. “La indiferencia, el encubrimiento y la omisión, no pueden ser las… pic.twitter.com/MmAspl6gbY
— Hernán Gómez Bruera (@HernanGomezB) November 30, 2024María Teresa Ealy llamó a los legisladores a actuar con responsabilidad y sensibilidad, reiterando su postura: “No más misóginos en el Poder Judicial. Es momento de que la justicia prevalezca sobre la corrupción y la complicidad”
Enfatizó que la justicia no puede estar en manos de quienes han traicionado a las víctimas, y exhortó a la Comisión de Justicia de la Cámara baja, a convocar a Rafael Guerra Álvarez para comparecer y rendir cuentas.
“Todos tenemos hijas, hermanas y madres. No podemos ser cómplices de la perpetuación de la impunidad y la corrupción en nuestras instituciones judiciales”, subrayó.
A la petición de María Teresa Ealy se unieron la diputada Diana Karina Barreras Samaniego y el diputado Felipe Manuel Delgado Carrillo, quienes respaldaron el llamado a garantizar un proceso transparente y ético en la selección de quienes ocuparán los más altos cargos del Poder Judicial.
