PATRICIA RAMÍREZ

Foto: Cuartoscuro

Representantes de aerolíneas mexicanas, cámaras empresariales y asociaciones de pilotos advirtieron que las modificaciones a la Ley de Aviación Civil, propuestas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, para permitir el cabotaje, sería un golpe brutal al sector aéreo mexicano, por lo que demandaron que haya piso parejo para los competidores en este sector.

Durante una reunión de trabajo con diputados federales para el análisis de la Política Aeronáutica Nacional, los representantes de la industria señalaron que la apertura de los cielos a las empresas extranjeras será un duro golpe para la aeronáutica mexicana y advirtieron que en otros países este esquema no ha funcionado.

Durante su participación, el capitán José Humberto Gual Ángeles, secretario general de Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA), advirtió que este es un atentado contra miles de trabajadores, que serían desplazados por intereses extranjeros.

Precisó que las reformas propuestas por el Ejecutivo para modificar las leyes de Aeropuertos y de Aviación Civil tiene cosas nocivas para la población, el sector aeronáutico, la recaudación de impuestos y es un golpe muy fuerte para la soberanía nacional.

Ante las comisiones unidas de Comunicaciones y Transportes, y de Economía, Comercio y Competitividad, señaló que si bien esta reforma pretende que la supervisión gubernamental que hace México a la aviación salga de la categoría dos a la que fue degradada por autoridades de Estados Unidos, “vemos cosas que son sumamente nocivas”.

Reconoció que se ha perdido más del 15 por ciento de competitividad en el tráfico aéreo con dicho país, y con esta reforma se mejorarían algunas de las 38 observaciones que hizo la Agencia Federal de Aviación Civil en Estado Unidos.

Sin embargo, esta nueva disposición atenta contra la soberanía nacional y las fuentes de empleo.

Aseguró que, de avalarse las modificaciones legales en materia de cabotaje, la primera que se vería afectada sería la aviación ejecutiva, es decir, aeronaves privadas, taxis, aviación agrícola y helicópteros, porque México tiene uno de los impuestos más altos y las aseguradoras son muy caras.

Explicó que las empresas buscarían establecerse en otros países, pues con la ley de cabotaje podrían operar en México sin problemas, disminuyendo sus costos y sacando las ganancias e incluso sin tributar en México.

Advirtió que los más afectados serían los mexicanos no las empresas, porque hay 1.5 millones de trabajadores directos en la aviación, más de 10 millones de empleos indirectos.

A su vez, Ángel Domínguez, de la Asociación de Pilotos Aviadores, explicó que esta ley representaría el fin de la aviación mexicana, además nada garantiza que los operadores extranjeros bajen los precios para los mexicanos.

El representante del Grupo Aeroportuario del Sureste dijo por su lado que si bien se fortalece al órgano regulador con esta nueva legislación, las reglas para el otorgamiento de concesiones ponen en riesgo a empresas e incluso provocaría que sea más cara la infraestructura en México.

Los representantes de las aerolíneas también se manifestaron contra esta propuesta legislativa y pidieron a los legisladores revisar con cuidado el tema.