Los Chiefs de Mahomes vencen a Ravens y jugarán su cuarto Super Bowl en cinco años

28, enero 2024

MARTÍN AVILÉS

Foto: Reuters

La leyenda de Patrick Mahomes ha añadido otra página a su libro sagrado de proezas. Los Kansas City Chiefs desplumaron a los Baltimore Ravens y jugarán su cuarto Super Bowl en cinco años en busca del cuarto Vince Lombardi de su historia y el tercero para esta dinastía que gobierna sin objeción la NFL gracias a la mente maestra de Andy Reid.

Foto: Reuters

 

Mahomes será el primer quarterback en la historia de la NFL en iniciar cuatro Super Bowls antes de cumplir 30 años. Un hito que consiguió luego de que los Ravens de John Harbaugh cayeran en casa por doloroso 10-17 por errores puntuales que los dejaron en la lona y gracias a un Travis Kelce perfecto, con 11 recepciones para 116 yardas y una anotación.

El juego ni siquiera había comenzado cuando los ánimos se subieron de tono cuando en los calentamientos previos, Arthur Maulet confrontó a algunos miembros de los Chiefs. El esquinero de los Ravens hablaba con unos seis jugadores de Kansas City cerca de la banca cuando estalló un altercado.

 

Jaylen Watson confrontó a Maulet y comenzó el incidente que terminó relativamente rápido, pues entrenadores y árbitros rápidamente intervinieron y suavizaron las cosas. Otro incidente involucró a Kelce cuando interrumpió el calentamiento de Justin Tucker para alejarlo de Mahomes, quien también intentaba calentar.

La trifulca pareció haber calado más hondo del lado visitante, pues apenas en su primer drive, los dirigidos por Andy Reid anotaron un poético touchdown gracias al binomio más poderoso de la NFL. Un pase de 19 yardas de Mahomes para Kelce, silenció el M&T Bank Stadium desde muy temprano.

En el sexto Juego de Campeonato consecutivo de los Chiefs, fue el sexto touchdown entre el estelar mariscal y su ala cerrada. Porque nadie puede detenerlos. Ni siquiera Kyle Hamilton, quien en toda la temporada no había permitido que un ala cerrada le anotara. El estelar número 87 de KC lo hizo con apenas una separación de 0.5 yardas, una mínima rendija con probabilidad de recepción de apenas el 26.8% que Kelce se las ingenió para completar.

 

Pero para suerte de la multitud, Baltimore respondió el golpe inmediatamente. Lamar movió las cadenas por 75 yardas en 2:43 minutos y encontró a Kay Flowers en las diagonales tras un envío de 30 yardas para igualar el marcador. Jackson lo logró gracias a una grandiosa protección de su línea de golpeo, pues, de hecho, el pasador tuvo tanto tiempo para realizar ese envío, que tardó 7.57 segundos en desprenderse del ovoide, siendo el segundo tiempo más largo para lanzar un pase de más de 30 yardas aéreas esta temporada, solo detrás del propio Jackson a Flowers en la Semana 4 contara Cleveland en una recepción de 43 yardas en 8:00.38 segundos.

Kelce estaba inspirado, sería por lo caliente que estaba tras la pelea previa al juego o la inspiración de tener a su famosa novia Taylor Swift presente en un juego de esta relevancia, pero pudo romper el récord de 115 recepciones de Jerry Rice para convertirse en el jugador con más países atrapados en la historia de los Playoffs. Y mientras tanto, Pacheco anotaba en acarreo de dos yardas otro touchdown y Butker acertó un intento de 52 yardas para dar ventaja de 10 puntos antes del medio tiempo.

Tras su regreso al campo, los Chiefs lucieron sumamente sólidos en la defensa, mientras que los de Harbaugh parecían temerosos de recibir otro daño. Tras un tercer cuarto que pasó de noche, Baltimore por fin llegó a la zona roja, donde Lamar envió un pase de ocho yardas para Zay Flowers, quien en pleno vuelo rumbo aa las diagonales, perdió el ovoide tras un golpe de Sneed y McDuffie recuperó el balón para concretar la jugada defensiva del juego para KC.

Sobre el final Baltimore se acercó en el marcador gracias a un gol de campo de Justin Tucker, pero era ya prácticamente una misión imposible. A Mahomes y su artillería le era suficiente con un primero y 10 para conseguir su pase al Super Bowl. Pat lanzó un bombazo en dirección de Marquez Valdes-Scantling para sellar la victoria. Y así, la dinastía sigue y sigue.