Muy pocas personas al inicio de la temporada 2025 de la NFL habrían presupuestado que, a estas alturas del año, los New England Patriots tendrían el mejor récord de la Conferencia Americana —mismo que comparten con Denver Broncos e Indianápolis Colts (8-2)— y liderarían el Este de la AFC. Con esa insólita distinción, abrirán la Semana 11 en el Juego de Jueves por la Noche ante los New York Jets, último lugar de su división, con todo a su favor.
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Los Patriots se aprestan a extender su imparable racha victoriosa cuando reciban en el Gillette Stadium de Foxborough, Massachusetts, a los Jets. Con un triunfo, el equipo dirigido en su primer año por Mike Vrabel no solo alcanzaría su octava victoria consecutiva, sino que aseguraría su primera temporada ganadora desde 2021, al alcanzar un récord de 9-2 con marca perfecta de 3-0 dentro del Este de la Americana.
Este encuentro representa el primer capítulo de la rivalidad programada para 2025 y marcará la séptima vez en la historia —y la segunda temporada consecutiva— que estas franquicias se midan un jueves. La historia reciente entre ambos ha sido de recíproca vindicación, pues el año pasado, los Jets se impusieron 24-3 en el MetLife Stadium, pero los Patriots se vengaron semanas después con un ajustado 25-22 en Foxborough.
Sin embargo, un fantasma reciente ronda el Gillette Stadium, pues fue allí donde, el 7 de enero de 2024, los Jets quebraron una racha de 15 derrotas consecutivas ante los Pats con una victoria de 17-3, para poner fin a una imponente racha de 14 triunfos locales de New England. A nivel histórico, los seis veces campeones del Super Bowl ejercen un dominio abrumador en la serie, con una foja global de 75-56-1.
En tanto, como locales en temporada regular, su récord es de 39-25-1 sobre Jets, con una contundente marca de 19-4 en el Gillette Stadium. Desde que Robert Kraft adquirió el equipo en 1994, los Patriots han acumulado un récord de 46-18 contra los Jets. Sus 75 victorias totales sobre el equipo de Nueva York son la segunda cifra más alta en su historia contra cualquier rival, solo superada por las 80 ante Buffalo.
El momento de los Patriots es inmejorable. Sus siete victorias consecutivas, que comenzaron en la Semana 4, igualan a las de Denver por la racha activa más larga de la liga. El ataque ha encontrado un nuevo dinamismo con sus novatos: la semana pasada, el corredor TreVeyon Henderson anotó touchdowns por tierra de 55 y 69 yardas, mientras que el receptor Kyle Williams sumó una recepción de 72 yardas.
Esta hazaña convirtió a New England en el cuarto equipo en la historia de la liga en lograr tres anotaciones de 50 o más yardas por parte de novatos en un mismo partido. Asimismo, el entrenador Mike Vrabel está a las puertas de hacer historia, pues con una victoria se convertiría en el sexto entrenador desde 1970 en registrar una racha de ocho o más triunfos consecutivos en su primera temporada con un equipo.
A este poderío se suma la consistencia del receptor Stefon Diggs, quien en la Semana 9 superó las 900 recepciones en su carrera y la semana pasada alcanzó la monumental cifra de 11 mil yardas recibidas. Diggs, con anotaciones en cada uno de sus últimos tres partidos, necesita solo dos recepciones de touchdown más para convertirse en el séptimo jugador en la historia en alcanzar 900 recepciones, 11 mil yardas y 75 touchdowns en sus primeras 11 temporadas.
Frente a ellos, los Jets llegan con moral en alto tras una victoria en la Semana 10 que incluyó una hazaña especial, pues Kene Nwangwu devolvió un kickoff 99 yardas para anotación e Isaiah Williams hizo lo propio con un despeje de 74 yardas, con lo que quedó marcado el primer partido en la historia de la franquicia con touchdowns en ambas modalidades de devolución.
Un recordatorio de que, en la NFL, cualquier rival puede ser peligroso.




