Emilio Lozoya Austin está obligado a hablar.

A cantar, a soltar la sopa, a acusar, a señalar, a implicar, a revelar, a incriminar, a soplar… a traicionar, a continuar como chivatón.

Sí, pero con pruebas.

El próximo miércoles, después del fin de semana largo por el Día de Muertos, el hijo de Emilio Lozoya Thalmann se vence el plazo para que aporte elementos, pruebas, indicios de que sus dichos son la neta del planeta.

Porque asegurar que, por ejemplo, Ricardo Anaya Cortés, el ex candidato presidencial del Partido Acción Nacional (PAN), es parte del grupo de corruptos que recibió entre 4 y 6 millones de dólares para votar por la reforma energética de Enrique Peña Nieto, es muy fácil.

Sí, pero ¿y las pruebas?

Luego de que el sábado 9 de octubre se conocieran las fotografías del ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el restaurante chino, Hunan, pese a enfrentar dos procesos por lavado de dinero y operación con recursos de procedencia ilícita en los casos Odebrecht y Agronitrogenados, el repudio en su contra aumentó.

Diez y tres millones de dólares recibió, respectivamente,  a cambio de favores y de contratos.

El dinero fue utilizado -según testigos- para la campaña de Peña Nieto en 2012.

Si haberle dado trato de marqués desde que pisó suelo mexicano causó molestia e inconformidad entre quienes votaron por la 4T (más entre quienes no), hallarlo en un restaurante de lujo, en pleno barrio burgués (Lomas de Chapultepec) desató toda clase de reacciones adversas.

Más aún cuando se supone que porta un brazalete electrónico por medio del que le ubican vía satelital y que se encuentra en prisión domiciliaria.

Andrés Manuel se dijo ofendido -la presión mediática no cesaba- y hasta exigió a la Fiscalía General de la República (FGR) que diera a conocer en qué etapa se hallan los dos procesos.

Como sucede siempre que se lo exige, el fiscal Alejandro Gertz Manero -más ocupado en sus problemas legales personales que en su obligación- de inmediato hizo circular la información.

Entonces, dijo que Emilio “L” se encuentra bajo proceso y que las pesquisas continúan.

El único detenido y procesado por las acusaciones de Lozoya es el ex senador del PAN, Jorge Luis Lavalle, a quien se le imputan operación con recursos de procedencia ilícita, cohecho y asociación delictuosa.

Y ha acusado hasta a Enrique Peña Nieto y a su operador, Luis Videgaray Caso.

Por eso es que urgen las pruebas, los documentos.

-Aporte compañero, decía un profesor de derecho en mi época universitaria.

Y aplica para Lozoya.

Vámonos: Casi 700 mil muertos por Covid-19 y aún así celebran la vacunación de todos la población -se calcula entre 10 y 20 por ciento que no lo ha hecho- adulta, con al menos una dosis.

¿Y la segunda?

Exceso de muertes de 2020: 326 mil, en un total de un millón 86 mil 743.

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