El aire del Intermountain Health Performance Center, lugar donde entrenan Las Vegas Raiders, vibraba con un aura inusual. Entre los emparrillados, la legendaria figura de Manny Pacquiao realizaba su rutina de entrenamiento, a tres días de su regreso a un ring profesional contra Mario Barrios por el título welter del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
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A sus 46 años, el filipino no solo desafía el reloj biológico, sino que pone en juego su legado. El sábado 19 de julio en el MGM Grand Garden Arena, Pacquiao (62-8-2, 39 KOs) buscará lo imposible, pues podría convertirse en el primer miembro del Salón de la Fama del Boxeo, al que fue inducido en 2023, en ganar un título mundial.
Frente a él estará Barrios (29-2-1), campeón vigente y 16 años menor que ‘Pacman’ en una pelea donde las apuestas lo pintan como claro perdedor. Pero aunque podría estar en este momento descansando en casa mientras mira las fotos de sus grandes batallas, Manny aspira a la gloria.
“Me preocupa mi reputación”, confesó Pacquiao a la BBC. “No quiero ser como esos boxeadores que regresan y decepcionan. Quiero demostrar que el Manny Pacquiao de antes sigue aquí”.
Su preparación incluyó un insólito interludio con la visita a las instalaciones de Las Vegas Raiders, donde trotó bajo el sol matutino a 31°C. Un calor aceptable, en comparación con las temperaturas que suelen registrarse ahí.
“Fue increíble”, dijo a USA Today Marcus Padilla, directivo de origen filipino del equipo y quien gestionó el encuentro con el histórico pugilista.
Acompañado por su entrenador Freddie Roach y una comitiva de 15 personas, Pacquiao intercambió incluso con Camryn Bynum, safety de los Indianápolis Colts y también de raíces filipinas.
Desde su última pelea profesional en 2021 contra Yordenis Ugás, ‘Pacman’ solo ha disputado exhibiciones. Ahora, en una cartelera que incluye a Usyk-Dubois en Wembley y a estrellas como Bam Rodríguez, su reto es aún más épico, al tratar de vencer a un rival de 30 años de edad mientras él coquetea con las cinco décadas de vida.
Pero más allá de lo que ocurra en el cuadrilátero, Pacquiao ya es historia viva, al ser único octocampeón en ocho distintas divisiones y único boxeador con títulos en cuatro décadas distintas entre 1990 y 2020. Aunque este combate podría definir cómo lo recordarán las nuevas generaciones.
“Manny no viene por el cheque; viene por la gloria”, afirmó Sean Gibbons, su mánager.
Mientras tanto, Barrios —quien defendió su título ante Fabián Maidana y Abel Ramos— representa el presente de un peso welter que ya no pertenece al filipino, que quiere un último capítulo glorioso en su carrera.

Foto: Instagram Manny Pacquiao 


