El Secretario de Economía, Marcelo Ebrard refutó lo dicho por el expresidente y nuevamente candidato presidencial Donald Trump, quien señaló “preocupación” por lo que, afirmó, la cantidad de plantas automotrices chinas que hay en México.

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De ahí que el funcionario mexicano afirmó, que en la actualidad, “no hay ninguna planta china en México”, por lo que aseguró que lo externado por Trump, “sólo son argumentos para conseguir votos”, en el marco de las próximas elecciones que se realizarán en noviembre en el país vecino.

En entrevista radiofónica, aseveró: “Yo entiendo que hay una serie de pronunciamientos ahorita en Estados Unidos y lo que se está tratando de hacer en la recta final es ganar el mayor número de votos”.

Agregó que “el expresidente Trump dice que hay muchísimas plantas en México que están fabricando vehículos chinos y no tenemos ninguna, es un argumento electoral”.

Sin embargo, el titular de la Secretaría de Economía sostuvo que, incluso, las importaciones de Estados Unidos de productos chinos son superiores a las de México; pero además, observó que es difícil que los fabricantes estadounidenses puedan tener la manufactura de toda la industria automotriz y frenar las importaciones, por lo que más bien se pronunció porque se eleve la competitividad.

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“Ayer presentó la presidenta Sheinbaum un cuadro en el que compara las importaciones provenientes de China de la industria automotriz en Estados Unidos, entonces sus importaciones respecto a su mercado son superiores a las que México hace. Entonces, en pocas palabras ellos están importando más ahorita que nosotros, en proporción al tamaño de nuestra economía. Entonces, en ambos casos la realidad no coincide con lo que se está diciendo, son argumentos electorales”, insistió el exsecretario de Relaciones Exteriores.

Dejó en claro que, por más aranceles que pudiera poner Trump, en caso de ganar las elecciones en noviembre próximo, Estados Unidos no va a volver a ser manufacturera de toda la industria automotriz; “francamente no pienso que eso sea factible, no porque México lo impida, sino porque sería un desastre para la economía de Estados Unidos, más bien habría que pensar cómo elevamos la competitividad de la industria automotriz, de la cual ambos somos socios”.