El cielo se iluminó por los fuegos artificiales que estallaban sobre Las Vegas. La ciudad que nunca duerme entre casinos y alcurnia se alumbró como nunca, pero nada brilló tanto como Max Verstappen y su corona a la que recién añadió una cuarta joya sagrada. El neerlandés se erigió tetracampeón mundial en la Fórmula 1 para igualar a Sebastian Vettel y Alain Prost. Y aquel adolescente que hace casi 10 años hizo su debut con 17 años y 166 días en Australia, de pronto se convirtió en leyenda como siempre soñó.
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Un Verstappen visiblemente emocionado por conseguir el que ha sido uno de sus títulos más difíciles hasta el momento, respiró profundamente y sonrió mientras asimilaba el hito alcanzado en el automovilismo mundial. Lo logró con la misma ejecución clínica que ha mostrado durante toda la temporada y que fue crucial para asegurar el campeonato en el Gran Premio de Las Vegas a pesar de los contratiempos.
https://platform.twitter.com/widgets.jsMAX VERSTAPPEN IS THE 2024 F1 WORLD CHAMPION!
— Formula 1 (@F1) November 24, 2024
A brilliant fourth title in-a-row! Incredible!!!#F1 #LasVegasGP pic.twitter.com/kiBpPmV86H
‘Mad Max’ apenas y pudo lograr el quinto puesto en el Gran Premio de Las Vegas en una carrera que ganó con gran habilidad un menguado George Russell de Mercedes. Pero a pesar de volver a lidiar con un RB20 que terminó por ser un auto inferior a su antecesor, el de Hasselt, Bélgica, hizo exactamente lo que necesitaba. Dio una demostración de autocontrol y sin nerviosismo, que haría estremecer a cualquier dueño de un casino, al jugarse exactamente la única carta que sabía que necesitaba para ganar, al tiempo que el también aspirante al título Lando Norris, de McLaren, sólo pudo finalizar sexto.
La exhibición de Verstappen en el GP de Las Vegas fue el epítome de la trayectoria de un guerrero de las pistas. Se trató de otro ejemplo clásico de cómo el piloto de 27 años de edad aprovechó la situación al máximo, como ha hecho meticulosamente a lo largo de la temporada. Red Bull había tenido problemas para encontrar el ritmo y la velocidad de Ferrari como de Mercedes, por lo que el plan era sacar el ábaco y lanzarse por el número mágico que daría el título a Max.
Aquel joven que se convirtió en el más pequeño en ganar un Gran Premio en España 2016 con 18 años, siete meses y 16 días, ahora era un maduro e inteligente piloto que sabe la fórmula perfecta para ir por la gloria, por más que no siempre pueda estar en lo más alto del podio como su ambiciosa mentalidad quisiese. Así que hizo lo suficiente para quedarse con el título, con una ventaja de 63 puntos cuando solo quedan 60 en las dos carreras finales en Qatar y Abu Dhabi.
https://platform.twitter.com/widgets.jsMAX VERSTAPPEN LOGRO SU CUARTO MUNDIAL SIN TENER EL MEJOR AUTO
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DEMOSTRANDO PORQUE ES EL MEJOR PILOTO DE LA HISTORIA. pic.twitter.com/zCW2cN7E8f
¿En qué lugar quedó Checo Pérez?
Sir Lewis Hamilton con sus siete coronas a cuestas, realizó una excelente remontada para reclamar el segundo lugar desde el décimo sitio donde partió en la parrilla de salida, mientras que los Ferrari de Carlos Sainz y Charles Leclerc quedaron en tercero y cuarto, respectivamente. Mención aparte para Checo Pérez, quien remontó cinco posiciones para acabar décimo en una exhibición que le da algo de alivio, pues regresó a la zona de los puntos después de dos carreras lejos del Top 10 en el GP de México y Brasil.
El triunfo de Russell no fue una hazaña sencilla, pero se vio eclipsada en gran medida por lo conseguido por Verstappen, quien ya come en la misma mesa de Alain Prost y Sebastian Vettel. Ahora, solo Juan Manuel Fangio con cinco y Michael Schumacher y Lewis Hamilton con siete cada uno tienen más títulos que Max.
El camino del éxito hacia el cuarto título para Verstappen
Logró el título durante una temporada en la que el equipo de las bebidas energéticas sufrió un sinfín de problemas y controversias que solo incentivaron la madurez de Verstappen y su capacidad para centrarse en el trabajo diario a pesar del ruido abrumador que sofocaba en el ambiente de Milton Keynes.
A pesar del bullicio, en los primeros compases de la temporada, ‘Mad Max’ parecía tenerlo todo a su favor. En la primera ronda en Bahréin, su confianza y su ritmo eran intimidantes, con una ventaja en algunos puntos de entre ocho décimas y un segundo por vuelta, un abismo que dramáticamente se diluyó conforme avanzó la temporada. Con todo y que no pareció inmutarse por la polémica desatada al principio de la temporada, cuando el director del equipo Christian Horner, fue acusado de comportamiento inapropiado por una empleada, que resultó además ser pareja de su padre Jos, todo eso propició una inusual inestabilidad en el equipo.
Así llegaron cuatro victorias en las cinco primeras citas, con el único desliz al abandonar Australia por un problema con los frenos. Pero el verdadero problema en la temporada llegó a partir de la sexta fecha en Miami, donde McLaren implementó mejoras importantes que hicieron de su coche uno capaz de dar pelea a Red Bull. Por si fuera poco, el genio del diseño Adrian Newey anunció durante ese fin de semana que dejaría al equipo de origen austriaco después de casi dos décadas.
Después de cinco meses sin ganar, Verstappen prácticamente pudo cerrar un tortuoso año con un golpe de gracia en Brasil. Su victoria sobre el húmedo terreno desde la posición 17 de la parrilla, fue una exhibición magistral. Un tiro de gracia a sus detractores. Con Norris desde la pole, se esperaba un cambio importante a favor del piloto británico, pero el neerlandés fue simplemente excepcional. Y así, en Las Vegas ha coronado un año en el que se puso a prueba en todos los sentidos y se confirmó como fuera de serie.