Martín Avilés / Ovaciones
Foto: Reuters
El mundo motor se puso de cabeza tan pronto Lando Norris cruzó la línea de meta primero que nadie en el Gran Premio de Miami. Ante el absoluto dominio de Red Bull, el ver el auto anaranjado de McLaren a la cabeza dio una bocanada de frescura al campeonato.
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El equipo de Woking lo logró gracias a un extenso paquete de actualizaciones en el Circuito Internacional de Miami, mismo que elevó a otro nivel al joven británico, incluso por encima del todopoderoso Max Verstappen.
Vale señalar que hasta hace no mucho, Norris era uno de los mayores críticos de los defectos del MCL38. Estas demandas fueron solucionadas con creces en el gran paquete de actualizaciones que se introdujo en Miami, donde el equipo mostró una faceta que parecía olvidada.
Pero solo el joven británico recibió la actualización completa. El piloto de 24 años aprovechó este desarrollo para lograr su primera victoria en un Gran Premio en el momento de su carrera 110 en el máximo circuito.
Para el fin de semana próximo en Imola, su compañero de equipo Oscar Piastri también tendrá todos los juguetes disponibles después de haber estado con “medio paquete” en la Florida.
Varios factores influyeron en el resultado de la carrera, pero McLaren sin duda tuvo el ritmo suficiente para presionar a los campeones de constructores en Miami, un hecho que ha traído esperanza en la grilla, que se encontraba bajo.el implacable yugo de los toros rojos.
Ahora corresponde a Ferrari responder, y de acuerdo con medios especializados como Sky Sports, los italianos traerán una mejora significativa a Imola, por lo que los tres equipos líderes podrían comenzar a converger más en el rendimiento general.
La esperanza es que juntos, McLaren y Ferrari puedan sacar a Red Bull de su zona de confort, al hacer que el resto de la temporada sea una propuesta más interesante a nivel competencia.
El problema es Red Bull no se quedará de brazos cruzados mientras contempla la evolución de sus competidores y también traerá actualizaciones a Imola. No serán tan sustanciales como los de Ferrari o los de McLaren anteriores, pero podrían ser suficientes para mantener a raya a los rivales. Como ha sido costumbre.
Los campeones de constructores se enfrentan a la perspectiva de unos rendimientos cada vez menores en lo que respecta a la carrera de desarrollo, pero aún está por verse si los otros dos equipos podrán igualar su ritmo actual.
Entonces, el Gran Premio de Emilia Romagna promete causar una expectativa pocas veces vista en el pasado reciente de la Fórmula 1, con el dominio del equipo de las bebidas energéticas en duda, como parte del desmoronamiento interno que, por lo pronto, ya cobró su primera víctima con la huída de Adrian Newey.